La Universidad del Sur (UNS) de Bahía Blanca se vio afectada por el temporal fatal, dejando el subsuelo completamente destruido junto con sus maquinarias utilizadas para el área de ingeniería y su famosa biblioteca que perdió cientos de libros por el agua.

Desde la ciudad que se reconstruye, la Agencia Noticias Argentinas dialogó con Walter Cravero, secretario de Servicios Técnicos e Infraestructuras, y con Pablo Marinangeli, Secretario De Relaciones Institucionales de la UNS, ambos comentaron cuáles fueron las zonas más afectadas, como se constituyen los daños y que harán para poder recuperar lo perdido.

Universidad de Bahía Blanca: biblioteca inundada, maquinarias destruidas y la ilusión de arrancar las clases
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JOSÉ SCALZO

Cravero, comentó que “la zona más afectada fue la biblioteca, ya que el agua subió hasta la parte de los estantes y luego se estabilizó. La humedad también arruinó mucho ya que estuvo varios días concentrada allí”.

Por otro lado, mencionó como hicieron para salvar toda la bibliografía del área del subsuelo: “En el lugar se rompió una ventana para poder sacar los libros al patio y de aquí varios volquetes los resguardaron en el primer piso. Fueron aproximadamente 70.000 volúmenes los que se recuperaron gracias al trabajo del personal de limpieza, voluntarios de la comunidad universitaria, y el personal de biblioteca. Desde docentes, no docentes, y alumnos, con los cuales armamos un registro de voluntarios e íbamos armando distintas cuadrillas que tenían diferentes misiones”.

“Por suerte, no había personal porque nosotros teníamos una alerta naranja. Entonces esa misma noche, se habían suspendido todas las actividades en la universidad porque se esperaba una tormenta fuerte, relató el Secretario de Servicios Técnicos e Infraestructuras.

Universidad de Bahía Blanca: biblioteca inundada, maquinarias destruidas y la ilusión de arrancar las clases
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JOSÉ SCALZO

Tras ser consultados sobre la ubicación en la que entró el agua, ambos explicaron: “Nosotros estamos a dos cuadras del arroyo Napostá y a tres cuadras del canal, es en una zona bien céntrica y fue aquí mismo donde desbordó”.

Como consecuencia de la lluvia, tuvieron que modificar el cronograma de inicio y retrasaron 15 días las clases. Luego, manifestaron que “se trabajó a contra tiempo para poder realmente empezar el 31 así no afectaba tanto el comienzo”.

A pesar de lo ocurrido, parte de las instalaciones cruciales de la universidad que quedaron bajo el agua tuvieron que ver con la subestación eléctrica que se encontraba en el subsuelo. Hasta ahora no tienen electricidad en la subestación, sino que es prestada por el Gobierno provincial.

Universidad de Bahía Blanca: biblioteca inundada, maquinarias destruidas y la ilusión de arrancar las clases
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JOSÉ SCALZO

Pasaron por varios días sin luz, ni conectividad, pero actualmente cuentan con las herramientas básicas para desollar el tan esperado inicio a las jornadas de estudio.

“Es muy difícil recuperarse porque esta tormenta nos dejó problemas estructurales, ya no podemos volver a rearmar una biblioteca o poner equipamiento de investigación en el subsuelo”, explayaron los secretarios

No obstante, el área de Física es la que sufrió la mayor cantidad de inundaciones, hubo más de dos metros de agua en los laboratorios.

“La universidad perdió más de cinco millones de dólares en equipamiento. Se perdió todo, amoblamiento, libros, había tornos y además el agua rompió puertas y paredes”, añadieron.

En el sector de Física también había un equipo de rayos X, que cuesta alrededor de un millón de dólares, el cual también fue dañado.

Universidad de Bahía Blanca: biblioteca inundada, maquinarias destruidas y la ilusión de arrancar las clases
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JOSÉ SCALZO

Asimismo, detallaron que “había un droguero que añadió peligro a toda la situación, ya que tenía compuestos químicos, muchos de los cuales son peligrosos y corrosivos que al ser mezclados con el agua no sabíamos qué efecto nocivo podía provocar para la salud”.

“La inundación dejó el aspecto de que el lugar había estado abandonado hace 20 años”, dijo Marinangeli.

En tanto, destacaron: “Nos sorprende que hace un mes, había personas trabajando acá en excelentes condiciones y ahora nuestros muchachos perdieron todo el trabajo de su tesis ahí. Los datos de sus computadoras tenían todo”.

Finalmente, tras realizar un largo recorrido concluyeron: “Todo lo que sacaron lo iban llevando al patio. El primer lavado de las cosas, las fueron llevando al laboratorio. Acá se sacaron más o menos unos 10 contenedores de mugre”.

Universidad de Bahía Blanca: biblioteca inundada, maquinarias destruidas y la ilusión de arrancar las clases
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JOSÉ SCALZO

Estudiantes de Ingeniería Mecánica

Una estudiante de 27 años, mencionó que “trabajó con el equipo de Rayos X que fue uno de los más caros que se perdió, así que fue bajar y ver que estaba todo destruido y lleno de barro, fue horrible”.

Sin embargo, dijo que tuvo que juntar todo lo que estaba dentro del barro, y que, tras el desastre natural, su trabajo se atrasó mínimo dos meses para terminar de instalar todos los cables y ver si anda.

Franco, estudiante de la UNS, relató cómo fue el día a día para ayudar: “Nos pusimos todas las botas y sacamos todo el barro”.

En uno de los pasillos de la institución, Franco prestó su palabra para contar su experiencia como alumno de Bahía Blanca.

“La verdad es una tristeza ver todo lo perdido porque son años de esfuerzo, tras los desastres de la biblioteca, los libros, las máquinas de los laboratorios y todo, es mucha la plata que hay que invertir. Es una lástima que hubiera muchos docentes e investigadores que pasaron toda su vida acá y vieron cómo se fue todo”, relató.

Por último, explayó: “Yo, por ejemplo, tengo materias que requieren de la maquinaria del laboratorio, las cuales muchas de ellas fueron perdidas, pero la verdad es lindo ver como vino mucha gente a ayudar. Los docentes y alumnos nos pusimos todos las botas y sacamos todo el barro”.