Micaela Fariña, una de las policías detenidas por presunto encubrimiento del crimen del joven futbolista de Barracas Central Lucas González, apeló ante la Cámara de Casación porteña en reclamo de su excarcelación.

Mediante un escrito de una veintena de páginas, presentado hoy por su abogado, Fernando Sicilia, la integrante de la Policía de la Ciudad consideró que su estado de encierro es producto de una “decisión arbitraria” del juez Martín Del Viso.

Fariña está procesada por los delitos de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional, encubrimiento agravado y por ser el delito precedente especialmente grave, amenazas y odio racial”.

“La valoración que realiza el juez resulta arbitraria, toda vez que se viola el principio de proporcionalidad que debe regir para tomar la medida más gravosa que existe contra una persona inocente”, sostiene el escrito de apelación.

Fariña es una de las dos policías mujeres que llegaron hasta el lugar donde estaban los jóvenes que sobrevivieron al ataque que le causó la muerte a Lucas González y aseguran, ambas, que no tuvieron contacto físico con las víctimas. Menos aún, aseguran que los policías de mayor rango que llegaron rápidamente al lugar las enviaron a bloquear el tránsito vehicular a unos cien metros del lugar el hecho.

La prisión preventiva, argumentó el abogado Sicilia, “está basada en fundamentos erróneos en cuanto a la interpretación que se ha hecho de la posibilidad de eludir el accionar de la justicia y el entorpecimiento de la investigación”.

“El tribunal (la Cámara del Crimen, que confirmó la detención) no ha hecho mención ni parece haber leído las pautas y obligaciones propuestas por la defensa en su escrito que claramente neutralizan cualquier riesgo de fuga o entorpecimiento procesal”, insistió el escrito. En ese contexto, la defensa resaltó que “la conducta procesal de Fariña ha sido siempre conforme a derecho, lo que derrumba la hipótesis de los magistrados”.

“Desde el día del hecho hasta el de la detención se mantuvo siempre en su domicilio y en su trabajo. En los medios de noticias se anunciaba su detención (y, a pesar de parecer una invitación a profugarse) se mantuvo a derecho, siempre”, subrayó. En ese contexto, denunció que “se utiliza la prisión preventiva, lisa y llanamente como un adelanto de pena, realizando supuestas valoraciones del hecho y por la presión mediática que produce el caso”.