Lucrecia Bustamante, médica de guardia en el Hospital Italiano en 2015, aseguró que recibió al paciente Alejandro Cohn “sin respuesta a estímulos externos”.

Lo declaró durante el debate por el cual se juzga a nueve profesionales de la salud del Hospital de San Isidro que asistieron a Cohn cuando ingresó por una hipoglucemia y terminó con fracturas varias, una traqueotomía y sus pulmones colapsados, lo que derivó en su muerte aquel 29 de julio de 2015.

“Nos llamaron para avisarnos que venía un paciente derivado, lo habían pedido a las ocho de la noche, llegó cerca de dos o tres de la mañana. Sabía que venía el paciente del Hospital de San Isidro aunque tampoco tenía muchos datos sobre cómo llegaba, mandaron un pequeño resumen con médico de ambulancia”, recordó. 

Según detalló, “el paciente estaba con collar cervical, traqueotomía elevada para la zona donde habitualmente se lo coloca, se hizo una mínima evaluación por guardia”. 

Las defensas interrogaron acerca de si pudo haber alguna medicación proporcionada por el médico de ambulancia una vez que abandonó el paciente el Hospital de San Isidro, incluso también sobre lesiones que tenía en su cuerpo y que ella aclaró no las vio porque no movilizó por protocolo a Alejandro Cohn, quien llegó acostado en la camilla.