Oscar Filardi, su hijo Juan Ignacio y sus dos amigos, Bruno y Joaquín, son cuatro sobrevivientes de la masacre de Cromañón y a 20 años mantienen firme el relato del antes y después del caso que trascendió a nivel nacional y que provocó un giro inesperado en sus vidas.

Filardi recordó que aquella noche del 30 de diciembre de 2024 decidió ser el “padre responsable” y acompañar a su hijo y dos amigos a festejar porque habían terminado la secundaria.

“Nosotros vinimos a divertirnos, los chicos habían terminado el colegio secundario y querían festejar para despedir el año”, contó en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas.

En ese marco de alegría, Filardi destacó que previo a la masacre “había arreglado con los papás de los chicos para después ir a comer una pizza a Banchero”.

Un show para celebrar fin de año que terminó en masacre: el retrato de uno de los sobrevivientes de Cromañón
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JUAN VARGAS

Sin embargo, eso no pasó. A dos minutos de que Callejeros comience el show dentro del boliche, la chispa de una bengala provocó un incendio. Pese a que ese fue el comienzo del horror, la corrupción y la falta de seguridad fueron las bases de la masacre que se cobró 194 víctimas

“Cuando entramos con los chicos ellos se quedaron abajo, yo me fui solo al primer piso. Cuando se incendió el sobretecho todo el mundo empezó a correr, muchos fueron para la puerta de emergencia, otros se empezaron a poner detrás de la barra, y eso me permitió bajar”, explicó Filardi.

Mientras trataba de salir, rememoró: “Había chicos que me decían ‘señor, ayúdenme a salir de acá’ o ‘mi familia me está esperando’, a algunos los pude sacar, pero también me tenía que ocupar de mis chicos”.

“El primero que salió fue Bruno. Nos encontramos ahí porque habíamos establecido un puerto de reencuentro. Después Joaquín, que estaba mal porque lo habían pisado”, relató.

Un show para celebrar fin de año que terminó en masacre: el retrato de uno de los sobrevivientes de Cromañón
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / JUAN VARGAS

Aun así, la desesperación se acrecentaba, faltaba su hijo: “A Juan no lo encontraba, no sabía dónde buscarlo porque en la calle iban poniendo a los chicos que estaban mal y a los fallecidos también. Yo lo buscaba entre los vivos y entre los muertos, hasta entraba, salía”.

Minutos después todo cambió cuando en una esquina escuchó ‘papá, papá’: “Era Juan Ignacio, estaba desnudo, sin zapatillas. Cuando lo encontré lo abracé fuerte”.

El menor estuvo internado en grave estado en el Hospital Italiano durante 15 días, pero logró sobrevivir.

A 20 años del hecho, los cuatro pudieron sobrellevar la masacre que tienen en sus hombros, pero continúan con el recuerdo inquebrantable de que entraron a Cromañón de una forma y salieron de otra.