Un joven de 23 años que había sido baleado tras una pelea en un bar de Rosario falleció después de estar un día en coma y con asistencia mecánica respiratoria en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) producto de recibir dos tiros en el cráneo. 

El hecho ocurrió el lunes por la noche cuando Nicolás Andrés Rodríguez (23) se encontraba en una parrilla ubicada en avenida Presidente Perón y Campbell, zona oeste de Rosario. Allí, según testigos, la víctima mantuvo una discusión con otras personas.

Aunque la situación parecía estar calmada, una cámara de seguridad registró cuando Rodríguez se va del local gastronómico y sube a su auto Volkswagen Polo. Minutos después tres hombres se acercaron caminando, un cuarto llegó en bicicleta, y dispararon contra el vehículo.

Ante el hecho dieron aviso a la Policía y al acudir hallaron siete vainas servidas calibre 9 milímetros alrededor del auto y a Rodríguez en el interior del mismo con dos disparos en el cráneo, en el parietal izquierdo y temporal derecho.

De forma instantánea fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), pero los médicos confirmaron que murió tras estar estar un día en coma y con asistencia mecánica.

Nicolás, primo de la víctima, contó los mensajes que recibió durante la pelea: “Estaba en mi casa y tipo 21.30 recibí un mensaje de mi primo diciéndome que estaba comiendo en el bar del Terco y que había unos chicos que le querían pegar”.

"Le dijeron ‘¿qué miras?’ y mi primo no se quedó callado, le respondió y hubo una discusión hasta que intervino el dueño. Ahí le dijeron que a la salida iba a cobrar y entonces me mandó un mensaje, me dijo ‘hay tres chicos que me quieren pegar, haceme la segunda, no me dejes morir’”, continuó.