Tres catequistas denunciaron por abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, a un cura de la parroquia Virgen María Madre del Pueblo que se sitúa en la localidad bonaerense de Quilmes.

Debido a los hechos, la Diócesis de Quilmes apartó al sacerdote, llamado Franco Lutens, de su cargo, pero está en libertad y estudia psicología en una universidad de Berazategui. 

Aunque, según fuentes locales que informaron a Noticias Argentinas, los denunciantes explicaron que los episodios de los supuestos abusos fueron encubiertos por la Iglesia.

Los sucesos de abuso se desencadenaron a lo largo de este año, uno de ellos fue hacia un joven de 19 años que le contó a una amiga lo que estaba viviendo con el sacerdote quilmeño. La supuesta víctima acudió a un profesional psicológico para contarle lo sucedido. 

Luego otras dos víctimas, decidieron acudir a la comunidad de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina, donde fueron atendidos por la psicóloga Liliana Rodríguez y la abogada.

Las cuales después de las declaraciones de los chicos, llegaron a la hipótesis de que el sacerdote funciona como figura paterna de las supuestas víctimas y comienza a alejarlos de otras personas.

“Hacía un trabajo minucioso para abusar de ellos. Los llevaba a la casa a tomar mate, les decía que se iba a bañar y se paseaba desnudo. Hacía exhibiciones obscenas”, explicó la abogada Raia.

La psicóloga Rodríguez añadió: “A las personas les cuesta reconocer que son víctimas y también animarse a denunciar en una comunidad parroquial. Es un barrio donde toda la gente pertenece a una parroquia, son todos conocidos y se ven siempre. Animarse a hacer la denuncia es romper con un montón de barreras”.

Asimismo, la causa se inició en mayo de este año luego de que las tres víctimas presentaran la denuncia por abuso sexual gravemente ultrajante, con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por el ministro de culto y cayó en el Juzgado N°4 de Berazategui.

Por último, este martes, una de las tres víctimas amplió la declaración por pedido de la fiscalía y ya prestaron testimonio otras siete personas. Además, rige una perimetral para el sacerdote tanto con los denunciantes como con los testigos.