Un tribunal oral condenó al ciudadano boliviano Franz Ramiro Baldiviezo Ibáñez a tres años de prisión en suspenso (no irá preso) por dos casos de abuso sexual contra las hijas de su ex pareja y otro episodio de intento de robo.

Según el fallo, el imputado “les efectuó tocamientos de índole sexual” a las dos niñas, ambas de entre diez y 11 años de edad, “cuando convivían todos juntos, entre los años 2020 y 2021”.

A una de ellas le “tocó con sus manos las piernas de la niña, que tenía colocado un short”; a la otra la “tocó con sus manos a la niña por debajo del short y por encima de su ropa interior, en la zona de la panza y glúteos”.

Además de esos hechos, el imputado fue condenado porque en la madrugada del 31 de diciembre de 2022, “en el local de la calle Olleros 4180, denominado Rolo Cervecería, en una de las mesas ubicadas en la vía pública, atacó a Antonella Rosario Bordón, la tomó del cuello, le apoyó un elemento sobre su cuerpo y le exigió la entrega de sus pertenencias”.

“Rápidamente, intervino personal policial que tomó conocimiento del hecho y procedió a la detención de Baldiviezo”, explica el fallo.

El imputado acordó la pena con la fiscalía mediante el sistema de juicio abreviado, por lo que accedió a una condena que le evitará ir a la cárcel.

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Baldiviezo Ibáñez fue considerado “autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual doblemente agravado por la convivencia preexistente y la condición del imputado de encargado de la guarda de las dos menores de 13 años, reiterado en dos ocasiones y robo simple, en grado de tentativa”.

El tribunal, a cargo del juez Darío Martín Medina, estableció como reglas de conducta para el imputado “fijar residencia y someterse a la supervisión de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal; realizar un tratamiento médico-psicológico en un hospital público o con un profesional de su elección y asistir al curso que se ofrece en el marco del Programa para Hombres Violentos que dicta el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o de similar versación”.

El fallo dispone “la toma de muestras biológicas (ADN) para la incorporación de su perfil genético en la base de datos del registro nacional de datos genéticos” sobre agresores sexuales.