El tortugo "Jorge" dejó hoy el ex Acuario de la ciudad de Mendoza en donde vivió en cautiverio durante casi 40 años y fue trasladado a un acuario la ciudad de Mar del Plata, desde donde se lo intentará volver a reinsertar en su hábitat natural.

De la pecera en la que transitaba sus días, el animal de 99 kilos fue pasado a un contenedor con un colchón mojado, para poder llevarlo en una camioneta hacia el aeródromo de San Martín, donde fue subido a un avión en el que fue llevado en un vuelo privado al Centro de Rehabilitación de Fauna Marina (CRFMA) del Aquarium de Mar del Plata.

En ese centro, comenzó a cumplir en primer lugar una etapa de adaptación en un estanque acondicionado de 120 mil litros y luego será colocado en una laguna natural de dos hectáreas situada en la misma zona. Se evaluará también la posibilidad de que pueda reinsertarse en su hábitat natural.

"Hemos podido concretar el traslado tan anhelado de nuestro querido tortugo Jorge. El proceso llevó más de una año de tranbajo y estudio", explicó el intendente de la ciudad de Mendoza, Ulpiano Suárez.

El jefe comunal destacó que los especialistas del acuario marplatense destacaron que en su ciudad el tortugo "era bien tratado", pero el traslado fue para bien de Jorge, ya que pasó de una pileta con agua salinizada en forma artificial a otra más grande, con agua marina.

"Jorge", que tiene entre 65 y 72 años, vivía en un estanque de 20.000 litros de agua y pesa 99 kilos.

LEE: Operativo rescate en el Cerro Champaquí: dos contingentes quedaron varados y una mujer sufrió un principio de ACV

El vuelo en el que viajará el tortugo fue denominado Jorge212, y se puede seguir en vivo hasta su destino por la web flightradar24.

La historia de "Jorge"

El tortugo fue encontrado por pescadores a principios de 1984, en una playa cercana a Bahía Blanca. Estaba entumecido por el frío y herida, y en ese momento el Instituto Oceanográfico Argentino, con sede en esa ciudad, lo identificó como de la especie Caretta caretta, una tortuga tropical común de mares cálidos pero inusual en el Mar Argentino.

En ese momento, no se consideró devolverla al mar, dado que la devolución de animales tropicales poiquilotermos (de sangre fría) a medios muy fríos no se aconseja para la especie.

El Acuario Municipal de Mendoza era el único capaz de recibirlo, por lo que fue despachado vía aérea en seco, dentro una caja de madera construida especialmente para el animal. Así fue como desde el 4 de marzo de 1984, el tortugo, al que decidieron llamar Jorge, vive en ese lugar.