La tecnología es pródiga en siglas y siguen apareciendo, como ahora una nueva que se escucha en el ambiente fierrero del partido bonaerense de Tres de Febrero: DNF. 

Algunos la habrán confundido con NFC, que llevan algunos modelos de celulares y reemplazan a la tarjeta SUBE a la hora de pagar el transporte. Nada que ver porque se trata de un acrónimo de Near Field Communication.

DNF representa una credencial, que desde noviembre del año pasado dintingue a los propietarios de Fiat 600

Significa Documento Nacional del Fitito y lo expide el municipio de Tres de Febrero, desde la inauguración del Museo del Fitito, con una exposición que incluye ejemplares únicos, documentación, autopartes, material audiovisual y memorabilia donada por fanáticos. 

El plástico otorgado permite acreditar pertenencia y ser parte de la comunidad de fanáticos de los Fititos. 

Desde entonces, la solicitud está abierta a todo propietario en el país. 

Tránsito: qué significa y para qué sirve el DNF

"Es increíble la pasión que hay por este pequeño gigante de cuatro ruedas y como se mantiene vigente. Con estos gestos queremos ir más allá y seguir haciendo grande esta leyenda", explicó Diego Valenzuela, intendente del municipio.

"Queremos que el DNF llegue a todos los rincones de la Argentina y encontrar a esos dueños que aman tanto como nosotros al Fitito", agregó Valenzuela.

También llamado “Bolita”, el Fiat 600, en cantidad de 304.016 en los 22 años, entre 1960 y 1982, que produjo la planta de la marca italiana sita en Caseros, forma parte de la historia automovilística de Argentina. 

Dos años antes, una versión italiana había empezado a circular como primicia por las calles de Buenos Aires.

Entre cada una de las etapas del 600 (600, 600D, 600E, 600R, 600S) existen unidades "de transición" que tienen piezas del modelo anterior mezcladas con las del más moderno.

Con motor trasero de 4 cilindros, comprimido, de excelente aceleración por su baja cilindrada, en los ´60 integró una categoría específica que competía en circuitos de tierra del interior y hasta en el asfalto del autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. 

Los Fititos, preparados por destacados mecánicos de la marca, parecían bólidos en pista. 

Disputaban un clásico zonal con los Citroën “patitos feos” y se entreveraban con autos de mayor cilindrada, como los Renault 12. 

Chiquito pero cumplidor

El Fiat 600 dejó una huella imborrable en el corazón de los argentinos desde su llegada en la década de 1960. 

Este pequeño y robusto automóvil no solo se convirtió en un símbolo de movilidad y accesibilidad, sino que también fue un protagonista clave en el tránsito urbano, donde se convirtió en un compañero inseparable de miles de familias argentinas.

El Fiat 600 (o Seat 600 en España) tiene en los mercados como el argentino, el español o incluso el yugoslavo una popularidad que solo puede ser comparada con aquella generada por otros autos como el Mini clásico o el Volkswagen Escarabajo.

La inteligencia artificial (IA) se ha asociado con la creatividad para dar vida a una versión 2025 del clásico modelo

El Fitito del futuro conserva su perfil compacto y redondeado, pero incorpora un aire moderno gracias a las líneas aerodinámicas, similares a las de los vehículos eléctricos de última generación. 

Con menos de 3.6 metros de largo, este modelo se presenta como una opción ideal para el caótico tránsito urbano. 

Las luces LED en el frente y atrás le otorgan un aspecto futurista, a la vez que preservan ese toque retro que lo caracteriza.

La IA de ChatGPT visualiza al Fitito 2025 como un auto 100% eléctrico, con una batería de carga rápida que asegura una autonomía de hasta 300 kilómetros. Esto lo convierte en una alternativa perfecta para moverse por la ciudad, alineándose con las tendencias de movilidad sustentable.

También incluiría un sistema de recuperación de energía durante la frenada y un modo de conducción eco que optimiza el consumo.

También se consideraría una versión híbrida, combinando un pequeño motor de combustión con motor eléctrico para viajes más largos, utilizando una batería de litio-ferrofosfato (LFP), más segura y económica que las baterías convencionales de iones de litio.

Durante 10 años, el encargado de la Filial Buenos Aires del Club del Fiat 600 fue Federico Feldman.