La mujer de 46 años que con aparentes problemas psiquiátricos que se había atrincherado en su casa de Ezpeleta, además de realizar varios disparos con un arma perteneciente a su padre, retirado de la Policía Bonaerense, después de varias horas de tensión depuso esta tarde su actitud y se entregó a los efectivos que rodearon el lugar.

Poco después de las 15, la mujer fue llevada en una ambulancia a un centro asistencial. La Policía había arribado poco después del mediodía a la vivienda situada en Lavalle al 5100, de esa localidad del partido de Quilmes, al sudeste del conurbano bonaerense.

Según trascendió, la mujer padece problemas psiquiátricos y habría consumido estupefacientes.

Medios locales y fuentes policiales informaron que en horas de la madrugada y tras una discusión con su ex pareja y padres de su hijos, y con sus propios progenitores, la mujer, llamada Karina, realizó varios disparos que dieron contra un muro de la propia casa familiar sin que ninguna persona resultara herida.

Los padres de la mujer escaparon de la vivienda y la mujer subió a la planta alta de la vivienda y cortó toda comunicación con el exterior, mientras se mantenía armada y atrincherada. No estaba claro si había permanecido atriincherada con una hija menor de edad.

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La mujer estaba provista de un arma de calibre 9 milímetros, perteneciente a su padre, retirado de la Policía Bonaerense desde hace varios años.

Decenas de efectivos policiales, entre ellos elementos del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la fuerza provincial, habían rodeado la vivienda e intentaban hacer deponer la actitud a la mujer.

En el caso tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 5 del Departamento Judicial de Quilmes, a cargo del fiscal Jorge Saizar.