Se celebró un matrimonio igualitario en una de las cárceles bonaerenses de La Plata
El casamiento de dos jóvenes de 26 años se realizó en la Unidad 8 Los Hornos, donde una de ellas está privada de la libertad.
Una mujer de 26 años que está presa en la Unidad 8 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en La Plata, contrajo matrimonio con una joven de la misma edad. Allí estuvieron presentes la jueza de Paz que llevó a cabo la ceremonia y el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Julio Alak.
La ceremonia, según informó el SPB en un comunicado, se realizó este viernes en el Salón de Usos Múltiples de la escuela de la cárcel, donde Mabel del Luján, la mujer privada de libertad, dio el sí junto a Gisella.
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"Fue muy emocionante por la historia de las chicas, después de doce años de estar unidas dieron por fin un sello a este cariño que se tienen. Ellas estaban muy emocionadas y fue muy bueno que la pueda acompañar tanta gente, la gente de la Unidad, el ministro Alak, sus familiares y la gente de Acceso a la Justicia. Fue muy importante para todos nosotros porque marca que es muy positivo el trabajo que llevamos adelante en todas las cárceles de la Provincia", comentó la jueza de paz.
También estuvo presente Gabriela Carpinetti, directora nacional de Acceso a la Justicia de la Nación, quien durante la ceremonia habló a los presentes, y dijo: "Acá rige la Constitución, y cómo no va a regir el derecho de soñar, el ánimo de amar, porque el amor también es un derecho y casarse es un derecho, en las distintas formas de amar que desarrollamos los seres humanos y las personas indistintamente del sexo, del género, de las opciones afectivas que hagamos, más que nunca hay que hacer valer ese derecho en las cárceles porque acá también se puede construir otra humanidad".
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En tanto, el ministro Alak destacó: "Es muy importante la presencia de la directora nacional Gabriela Carpinetti y de todos nosotros acá. Eso marca la jerarquía que queremos darle a las Unidades Penitenciarias, no solamente como un espacio asegurativo, sino como un espacio donde rijan los derechos sociales, los derechos humanos, que los internos e internas se pueden documentar como corresponde, contraer matrimonio si lo desean, además de educarse, de formarse, de trabajar, todo con el fin que cuando cumplan la condena salgan en libertad y no vuelvan a reincidir, ese es nuestro desafío".