La histórica confitería “El Molino” reabrió sus puertas para celebrar sus 106 años. En esta oportunidad y a cuatro años de haber comenzado la restauración del emblemático edificio ocho mil personas pudieron visitarla de forma gratuita y con inscripción previa.

Los recorridos tuvieron una duración de 40 minutos y allí se puedo acceder a la planta baja, el primer piso, subsuelo y la increíble azotea que posee que permite visualizar la esquina de Av. Rivadavia y Callao de una manera única.

Para la primera visita los cupos se agotaron rápidamente por lo que la Ciudad de Buenos Aires decidió abrir otra fecha para que las personas que no pudieron asistir lo hagan el próximo 21 de julio.

Desde el gobierno porteño señalaron que esta idea de celebrar también surgió para que los ciudadanos puedan observar el avance de la restauración y las nuevas ideas que habrá en la histórica confitería que surgió en 1917.

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Reabrió la confitería "El Molino" para celebrar sus 106 años
La Ciudad abrió otra fecha para que las personas que no pudieron asistir lo hagan el próximo 21 de julio.

Tras su cierre en 1997, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que promovió la expropiación del inmueble que quedó bajo el control del congreso. La iniciativa, fue apoyada por 217 votos afirmativos y una abstención y dicha propuesta resolvió "declarar de utilidad pública, y sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural".

“La Confitería del Molino es uno de los tantos edificios históricos que tiene la Ciudad. Estuvimos trabajando, conservando su imagen y espíritu original con el fin de destacar su valor patrimonial para que vecinos y vecinas puedan volver a disfrutarlo”, expresó Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad.

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Para la fachada se precisó de una nebulización para limpiarla que consta de un proceso que logra un lavado profundo sin dañar la estructura. A su vez, se mejoró la iluminación exterior.

Para la cubierta también se realizó un trabajo de limpieza, una nivelación de los pisos, así como el recambio de baldosas, revoques y carpintería.

La restauración de la cúpula implicó la reposición de piezas cerámicas, ornamentaciones, carpintería y revoques. Asimismo, fueron colocados los leones alados, que no estaban cuando se inició la obra y se trabajó con fotos históricas, algunas provistas por vecinos de la zona, y también con tecnología de modelado 3D para su recuperación.