Qué hacer en seis horas en San Antonio de Areco, la cuna de la tradición argentina
Es uno de los destinos de cercanías más elegidos por los turistas y cuenta con grandes propuestas gastronómicas para disfrutar.
Uno de los destinos turísticos de cercanías de cercanías más buscados de la provincia de Buenos Aires es San Antonio de Areco, un pequeño pueblo de 23 mil habitantes al que se lo reconoce por ser la “Cuna de la Tradición Argentina” debido a que las costumbres gauchescas permanecen intactas a lo largo de los años y en el mes de noviembre se realiza la Fiesta de la Tradición para rendirles homenaje.
San Antonio de Areco está ubicado a 113 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y en auto se puede llegar en una hora y media: sus calles mantienen el espíritu colonial de antaño, las casas son bien típicas y pintorescas, además de que hay muchas pulperías en las que se puede comer empanadas y locro y parrillas que hacen asado a la estaca, una de las especialidades del lugar. A continuación, se detalla un itinerario de seis horas en el que se puede conocer varios puntos turísticos de Areco.
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El Puente Viejo y la feria de artesanos
Uno de los puntos emblemáticos de la costanera de San Antonio de Areco es el Puente Viejo, que se construyó en 1857 y fue uno de los primeros del país en el que se cobró peaje a las carrozas que pasaban por la zona. Funcionaba durante el día y había una casilla en su esquina con un guardián que se encargaba de cobrar la tasa correspondiente; este puente aparece mencionado en la obra Don Segundo Sombra, del escritor Ricardo Güiraldes, quien tiene un museo propio en Areco que se puede visitar.
Siguiendo por la ribera muy cerca del puente los días del fin de semana se encuentra una feria de artesanos muy nutrida, con puestos para todos los gustos: hay desde especialistas en talabartería, cuchillos, madera, artículos de campo y ropa campestre, puestos de gastronomía local con tortas fritas y pastelitos de membrillo y también de cerámica. Los precios no son elevados y se pueden encontrar piezas muy lindas para llevarse de recuerdo.
Comer un asado campestre a la estaca
Los turistas que llegan a San Antonio de Areco suelen buscar pulperías y parrillas con asado a la estaca para almorzar: hay una oferta amplia de establecimientos de este tipo, pero los que deseen ahorrar algo de dinero y comer de manera abundante pueden cruzar el Puente Viejo y dirigirse a la parrilla libre el Piletón, que está atendida por baqueanos de vestimenta gauchesca y en la que siempre suena buen folclore.
El menú fijo de $ 4.900 es muy surtido: consta de una entrada con salame y queso, jamón crudo y ensalada rusa, una empanada frita de carne por persona y luego se pasa a lo que es parrilla: cada dos personas se sirve una bebida no alcohólica y una porción de papas fritas más ensalada. En cuanto a los cortes se puede pedir: asado, vacío, matambre de cerdo y vaca, lechón que vienen acompañados por morrón, calabaza asada y una provoleta cada dos personas. Las achuras no se quedan atrás: hay chorizo, morcilla, chinchulín y tripa gorda. Quienes deseen pedir vino deberán pagarlo aparte.
Casco Histórico y Museo Güiraldes
Los amantes de la historia y de la cultura deben tomarse un momento para ir hasta la plaza principal de San Antonio de Areco y apreciar el casco histórico del pueblo, en el que se destaca la parroquia San Antonio de Padua, la Municipalidad local que es un antiguo edificio colonial y anteriormente perteneció a una de las familias más adineradas del pueblo y también el taller de platería de la familia Draghi.
Otro de los puntos imperdibles y que representa a la tradición de San Antonio de Areco es el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes que contiene seis salas que se pueden visitar en las que se puede apreciar una gran cantidad de obras, objetos y documentos antiguos además de la Pulpería La Blanqueda.
Comprar chacinados, quesos y chocolate
San Antonio de Areco es reconocido por ser un pueblo campestre que cuenta con salame y quesos de la mejor calidad. También se puede conseguir aceite de oliva, dulce de leche casero y todo tipo de productos gastronómicos bien criollos.
En cuanto al chocolate se destaca La Olla de Cobre, un pequeño local situado muy cerca del centro que es de los más buscados por los turistas y siempre suele estar lleno, pero vale la pena la espera porque sus chocolates son de gran calidad y vienen presentados en distintos formatos (simples, rellenos, alfajores, etc.)
Probar cervezas añejadas en barricas de roble
En una de las callecitas aledañas al centro se encuentra Cervezas de Barrica Areco, que tiene una gran oferta de cervezas añejadas en barricas de roble y de un gran tenor alcohólico como Belgian Quadrupel, Barley Wine e Imperial Stout, por citar apenas unos ejemplos.
El local es de corte rústico, tiene las barricas en las que se añeja cerveza a la vista, cuenta con un cómodo sillón y una barra que presenta siete canillas, de las cuales cuatro son de cervezas añejadas y las tres restantes de cervezas comunes.