El fiscal federal de Resistencia Patricio Sabadini, solicitó elevar a juicio a una banda acusada de lavar casi 80 millones de pesos a través de cajas de ahorro de personas de bajos recursos.

En las últimas horas, el fiscal hizo la solicitud a la jueza federal de esa jurisdicción, Zunilda Niremperger, y le pidió elevar la causa en la que se investiga a la banda integrada por ocho personas, quienes habrían realizado maniobras ilícitas de lavado de dinero proveniente de los delitos de intermediación financiera no autorizada y contrabando de importación de divisas.

Según informó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, la fiscalía acusó a Rodolfo Borda y Miguel Strzyzowski de liderar la organización en forma conjunta, y según consta en el requerimiento de elevación a juicio, ambos dirigían las operaciones, asumiendo tareas preponderantes de planificación, coordinando el modo, tiempo y lugar de las maniobras, y proveyendo los fondos dinerarios y la logística para llevar adelante las acciones ilícitas.

Los dos hombres fueron acusados por lavado de activos agravado por asociación ilícita en calidad de autores; mientras que María Alegre, Víctor Hazzi, Juan Freccia, Alfredo Alegre, Bettiana Borda y Cintia Bordón fueron acusados por los mismos delitos en calidad de partícipes necesarios.

La organización habría funcionado entre 2012 y 2015 ingresando dinero desde Paraguay a través de las cuentas personales de personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica y de la compra de bienes registrables, en su mayor parte vehículos de alta gama.

El monto total de dinero lavado llegó a $79.621.323, y para la fiscalía, la organización tuvo un "carácter estable, permanencia temporal y estructura funcional" tendiente a dar apariencia de licitud a ganancias de procedencia ilícita.

La investigación se inició en septiembre de 2014, cuando la Sucursal Resistencia del Banco de la Nación Argentina advirtió un importante número de operaciones de depósitos en caja de ahorro, que en ese entonces se efectuaban por "boca de caja del banco", y compras en el exterior por el mismo monto mediante débito automático.

Cuando se les solicitaba a los titulares declaración jurada del origen lícito de los fondos, acompañaban, en varios casos, préstamo de consumo de dinero en efectivo a nombre de Miguel Strzyzowski.

A través de la investigación, se pudo advertir que las maniobras desarrolladas habrían consistido en la puesta en circulación de importantes sumas de dinero en el circuito bancario a través de depósitos en cajas de ahorro de clientes del Banco Nación y otras entidades bancarias, como la adquisición de otros bienes, en su mayoría, vehículos de alta gama.

Según la acusación, la banda captó a personas de bajos recursos que poseían cajas de ahorros en distintas entidades bancarias, en las que se les depositaba haberes, becas, asignaciones universales por hijo y planes sociales.