Familiares, amigos y allegados participaron este jueves de una marcha en el Congreso nacional para pedir justicia por el playero Arturo López, quien permanece internado en terapia intensiva tras ser agredido por un menor de 17 años, que sigue prófugo, en un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat.

La movilización, que se llevó a cabo bajo la consigna "Justicia por Arturo. Acompañemos a la familia López a pedir justicia", también fue para pedir la aparición del agresor.

La convocatoria fue encabezada por Florencia y Agustina López, las hijas de la víctima, quienes sostuvieron a los medios que "están agobiadas y cansadas" pero con ganas de seguir luchando.

"Estamos agobiadas, cansadas. Es difícil tener que organizar una marcha mientras papá está en terapia y este chico está prófugo. Estamos tristes pero con ganas de seguir luchando, queremos que la jueza (Carla) Cavallieri se comunique con nosotros", señalaron las jóvenes.

Asimismo, remarcaron que a su padre se le detectó "una leve neumonía" y que esperan que todo "continúe controlado" porque "cualquier cosita puede ser un gran peligro" para su vida.

"Hace dos semanas que está en terapia, con pronóstico reservado y hay que ir viendo día a día como está evolucionando", indicaron.

Por último, Agustina y Florencia López precisaron que durante la semana que viene se investigarán dispositivos, luego de que los 11 allanamientos realizados fueron negativos en la búsqueda del acusado.

"La verdad es que realmente nos arruinó la vida, de un segundo a otro. Por suerte papá tiene la posibilidad de lucharla, pero la vida que él tenía es muy difícil que vuelva a recuperarla al 100 por ciento. Este chico es un violento y un peligro, no puede seguir libre", concluyeron.

El pasado martes, efectivos de la Policía de la Ciudad realizaron 11 allanamientos para intentar dar con el menor prófugo de 17 años que agredió al playero en la calle Moreno al 800.

Los operativos fueron efectuados por personal de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 1 de la fuerza porteña en domicilios de Capital y de la provincia de Buenos Aires, todos ligados con la comunidad gitana.

Los uniformados lograron arribar a esos lugares tras tareas de inteligencia y datos aportados por informantes.

En los allanamientos secuestraron 22 teléfonos celulares, documentación que será investigada por la Justicia y un arma.

Asimismo, en uno de los domicilios se incautaron los documentos de dos automóviles Mercedes Benz y BMW.