La provoleta argentina, también conocida como queso hilado semiduro y un plato insignia de la gastronomía nacional, recibió una gran distinción en los Taste Atlas Awards 2023/24: fue elegida entre los 10 mejores appetizers (entradas) del mundo. 

Esta publicación internacional de gran prestigio realizó un ránking en el que la provoleta argentina recibió una puntuación de 4.6 estrellas sobre cinco posibles y ocupó el séptimo puesto entre los 100 mejores appetizers mundiales, siendo la única comida sudamericana que figuró en el Top 10. 

En la Argentina la provoleta asada se suele disfrutar antes de una comida como aperitivo y es uno de los platos insignia que acompaña al asado argentino. El provolone semiduro es perfecto para la parrilla porque es compacto y firme”, fueron las palabras que utilizó Taste Atlas para describir a esta comida típica de la gastronomía nacional. 

Y agregó en su explicación: “Para el asado se corta el queso provolone en rodajas de aproximadamente una pulgada de espesor, se sazona con una cantidad generosa de orégano y se asa en la parrilla hasta que empieza a derretirse en el centro. La provoleta se disfruta mejor cubierta de salsa chimichurri con ajo y acompañada por un pan crujiente”. 

El ránking elaborado por los Taste Atlas Awards (appetizers)

El plato que se quedó con el primer premio fue Guotie, unas empanadas al vapor originarias de China. Crédito: Taste Atlas Awards
El plato que se quedó con el primer premio fue Guotie, unas empanadas al vapor originarias de China. Crédito: Taste Atlas Awards
  1. Guotie - China 
  2. Soups buns - China 
  3. Paillassons de courgettes - Francia 
  4. Jiaozi - China 
  5. Dakos - Grecia 
  6. Saganaki - Grecia 
  7. Provoleta - Argentina 
  8. Antojitos - México 
  9. Amêijoas à Bulhão Pato - Portugal 
  10. Fattah djaj - Siria 

La historia de la provoleta argentina 

Orgullo argentino: la provoleta fue elegida entre los 10 mejores “appetizers” del mundo

La provoleta es uno de los mejores inventos argentinos:se destaca por ser un queso hilado semiduro basado en el provolone, que es ideal para hacer a la parrilla y acompañar los asados. 

Corría la década del 1930 y un inmigrante calabrés llamado Natalio Alba desembarcó en la Argentina y se afincó en 1938 en el pueblo santafesino de San Jorge, lindante con la provincia de Córdoba. Este ciudadano italiano comenzó a trabajar a pulmón en nuestro país: tiraba un carro en el que llevaba y comercializaba carneaceite y pan.

Al poco tiempo se mudó a la pequeña localidad cordobesa de Arroyo Algodón, en el que hoy viven apenas 1.200 personas, y decidió unir dos tradiciones autóctonas de la Argentina que le apasionaban como el queso y el asado

El desafío de este inmigrante era lograr un queso de base sólida para cocinar y que no se derritiera ni se terminara cayendo entre las varillas de la parrilla. Para eso utilizó como base un queso duro de tradición italiana como el provolone y le agregó la técnica del hilado que lo hacía más resistente aún. 

Natalio Alba patentó su creación con el nombre de “provoleta” en 1940 y creó uno de los platos más famosos que distinguen a la cocina autóctona nacional , que ha tenido mucho arraigo también en países vecinos como Uruguay.