En la provincia de Neuquén, la educación atraviesa una crisis que afecta severamente a los estudiantes debido a la falta de continuidad en las clases. En marzo, los alumnos de primaria y secundaria debían comenzar las clases el día 4, pero solo asistieron completamente a las aulas durante seis de los 20 días hábiles del mes.

Paros y Jornadas Pedagógicas

Durante marzo, hubo 12 días de paro docente con una adhesión del 75% en las escuelas estatales. Además, se sumaron una jornada institucional y los feriados de Semana Santa, resultando en una mínima cantidad de días efectivos de clase. Aunque el acuerdo salarial se cerró el 28 de marzo, la continuidad de las clases aún no se ha estabilizado.

Especialistas en educación señalan que uno de los problemas principales es la cantidad excesiva de jornadas pedagógicas o institucionales. Neuquén tiene una jornada por cada mes escolar, sumando ocho al año, a las que el Consejo Provincial de Educación (CPE) añadió tres más para este ciclo lectivo, alcanzando un total de 11.

Críticas

Las decisiones del CPE han generado críticas de padres organizados y especialistas en educación. Marina Smoljan, referente de Padres Organizados Neuquén, destaca que la falta de continuidad perjudica la creación de vínculos entre docentes y alumnos, especialmente en los primeros grados. También acusa al ministerio de no negociar adecuadamente los días escolares.

Además de los conflictos sindicales y las jornadas pedagógicas, Neuquén enfrenta serios problemas de infraestructura escolar. Muchas escuelas sufren interrupciones debido a fugas de gas, sistemas de calefacción inadecuados y otros problemas edilicios. La ministra de Educación, Soledad Martínez, admitió que hay 54 establecimientos que operan en condiciones subóptimas, como locales alquilados o tráileres contenedores.

La falta de continuidad escolar tiene graves repercusiones en los estudiantes. Mariano Narodowski, profesor e investigador de la Universidad Di Tella, afirma que la escolarización necesita un hábito constante. Las interrupciones frecuentes dificultan la creación de un hábito de estudio y responsabilidad, especialmente en los más jóvenes.

La pérdida de clases también afecta la calidad de la educación. Según informes de la Coalición por la Educación, en 2023 Neuquén fue la tercera provincia con menor cantidad de días normales de clases. De los 184 días planificados, solo 136 fueron efectivos. Esta situación refleja un problema estructural que va más allá de los paros docentes y las jornadas pedagógicas.

Ante esta crisis, la ministra Martínez señaló que el CPE está trabajando en estrategias para mitigar la falta de actividad escolar, como encuentros virtuales y el uso de cuadernillos. Además, el nuevo gobernador, Rolando Figueroa, se comprometió a respetar los 180 días de clases anuales.

Sin embargo, para muchos padres y especialistas, estas medidas son insuficientes si no se abordan los problemas de fondo. La educación en Neuquén necesita una planificación y una inversión adecuadas que garanticen la continuidad y calidad de las clases.