Sara Oyuela, la jubilada que desafió la ordenanza del Gobierno Nacional y salió a tomar sol en una plaza del barrio de Palermo en medio de la pandemia de coronavirus , falleció a los 86 años, como consecuencia de EPOC y cáncer de piel.

A tres años de aquel episodio, que tuvo gran repercusión en los medios, su esposo -Alejandro- confirmó la noticia y ratificó que la mujer era "adicta al cigarrillo y al sol".

En abril de 2020 estaba prohibido permanecer en espacios abiertos o cerrados, con cifras alarmantes por contagios de coronavirus, apenas un mes después de haberse decretado la cuarentena, que en la Argentina se extendió por ocho meses, y cuando solo podía circular por las calles el denominado personal esencial.

Sin embargo, Sara no hizo caso a las recomendaciones y solía ir a los bosque de Palermo, cerca de su domicilio, para hacer lo que más le gustaba: fumarse un cigarrillo al sol. En varias oposrtunidades los efectivos de la policía se acercaron a solicitarle que se retire, pero nunca obedeció. "Ni contagio ni me pueden contagiar. Los rayos ultravioletas son especiales para no pescarse coronavirus", afirmó por aquellos días.

LEÉ: Protesta frente a la Quinta de Olivos, a dos años de la fiesta de Fabiola Yáñez en plena cuarentena

De todas formas, en una oportunidad la policía le labró un acta por haber violado la cuarentena, pero siempre volvía a los bosques con la misma silla, amarilla y blanca, que la convirtió en un símbolo de rebeldía.