Moses Sithole, "el asesino del ABC": violó y estranguló a unas 38 mujeres
Se salvó de la pena de muerte porque meses antes se prohibió en Sudáfrica. Hasta Nelson Mandela tuvo que intervenir para atraparlo.
Moses Sithole, más conocido como "el asesino del ABC" fue un criminal serial que, entre 1994 y
1995, violó y mató a por lo menos 38 mujeres, a quienes engañaba al ofrecerles trabajo en una asociación civil que tenía en Sudáfrica.
La personalidad de Sithole pasaba desapercibida y nadie podía pensar que fueron uno de los homicidas más peligrosos de ese país.
Le decían el asesino del ABC porque operó en Atteridgeville, continuó en Boksburg y terminó en Cleveland, un suburbio de Johannesburgo.
La Policía sospecha que la cantidad de específica de víctimas pudo ser mayor, pero lo que sí logró descifrar su accionar, ya que cuando ellas se descuidaban las estrangulaba con su propia ropa interior, marcaba los cuerpos con la palabra "Perra" y los tiraba en sitios aislados.
Nacido el 17 de noviembre de 1964 en Vosloorus, un pueblo pobre cerca de Boksburg, provincia de Transvaal, este sujeto sufrió un duro golpe a los 5 años: su padre murió y su madre abandonó a la familia.
Sithole y sus hermanos pasaron los siguientes tres años en un orfanato, donde más tarde dijeron que fueron maltratados.
Cuando era adolescente fue detenido por violación y pasó siete años en prisión. Tiempo después diría que el hecho de haber estado en la cárcel lo convirtió en un asesino y explicó que esos homicidios a mujeres era porque ellas le recordaban a las víctimas que lo habían acusado falsamente de abuso sexual muchos años antes.
Sithole parecía ser una persona agradable, de buenos modales y nadie sospechaba de él, al tiempo que luego se descubrió que manejaba una organización fantasma llamada "Juventud contra el abuso humano", dedicada a la erradicación del abuso infantil.
Todas las víctimas eran mujeres que iban a entrevistas para puestos en la organización sin fines de lucro. El sujeto aprovechaba la situación, charlaba con ellas, las llevaba a lugares lejanos y aislados, donde procedía a golpearlas, violarlas y asesinarlas.
En 1995, ya había matado a más de 30 mujeres, lo que generó un gran pánico en Sudáfrica. En algunos casos, el múltiple homicida llamó meses después a las familias de las víctimas para burlarse de ellas.
El caso llegó hasta el presidente de entonces, Nelson Mandela, quien visitó Boksburg para pedir ayuda pública para detener al criminal.
En octubre de ese año, Sithole se contactó de manera telefónica con el periodista sudafricano Tamsen de Beer y le dijo que él era el asesino buscado. En esa confesión le contó que los homicidios los cometió en venganza por su "injusto encarcelamiento".
Para que se compruebe que él era el asesino dio instrucciones sobre dónde había quedado uno de los cuerpos.
Las autoridades policiales acorralaron a Sithole en Johannesburgo y lo confrontaron. El criminal recibió un disparo cuando atacaba a un agente con un hacha y lo llevaron al hospital, donde se descubrió que era VIH positivo.
El 5 de diciembre de 1997, fue condenado a 50 años de prisión por cada uno de los 38 asesinatos, 12 años de prisión por cada una de las 40 violaciones y cinco años de prisión por cada uno de los seis robos.
Como sus sentencias se ejecutan de manera consecutiva, la pena total era de 2.410 años, pero el juez David Carstairs ordenó que sean 930 años antes de poder pedir la libertad condicional.
El magistrado le dijo a este criminal que si no se hubiera abolido la pena de muerte ese mismo año, lo habría condenado con ese castigo.