Este año, Lionel Messi se sumó a la industria de la moda sustentable con el lanzamiento de su propia línea de indumentaria reciclada conocida comoMessi Green Line. Esta vez, se puso nuevamente la “10” para jugar en primera el campo de la sustentabilidad y la toma de conciencia sobre la urgencia de cuidar nuestro planeta.

La industria de la moda está en el podio de las más contaminantes: en números, según indica la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante en el mundo después de la petrolera. Esto quiere decir que es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global.

Como respuesta a una necesidad de modificar los sistemas de producción actuales, Messi propone un cambio clave en un contexto donde la crisis climática requiere de acciones urgentes y masivas por parte de las grandes industrias, especialmente aquellas responsables de la mayor cantidad de emisiones de gases contaminantes, como es el caso de la industria de la moda, también conocida como Fast Fashion (moda rápida).

La nueva línea Messi Verde está producida con materiales cien por ciento reutilizados, desde el algodón hasta los empaques. Según indica el sitio oficial The Messi Store, la colección está fabricada de forma responsable en Portugal “con algodón 100% de desecho, revalorizando los residuos generados a lo largo de la cadena de producción, reduciéndolos o eliminándolos, y aumentando el ciclo de vida de los productos”. 

El gran objetivo: reducir y eliminar los residuos, al mismo tiempo, prolongar el ciclo de vida de los productos promoviendo la economía circular que tiene entre sus bases la idea de reutilizar absolutamente todo porque, como sucede en la naturaleza, nada se pierde, solo se transforma.

Esta línea, que incluye desde sudaderas hasta joggers y camisetas, se distingue por su paleta de colores neutros con precios varían entre los 35 y los 110 dólares por pieza.

La industria de la moda contamina

Según confirma Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es la segunda más contaminante en el mundo después de la petrolera. Esto quiere decir que es responsable del 20 por ciento del desperdicio total de agua a nivel global. A su vez, es responsable de la emisión del 8 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Para la confección de prendas que se desechan luego de 10 a 15 posturas, se gastan millones de litros de agua por cada prenda, se talan casi cien millones de árboles y se queman miles de kilos de basura textil. A su vez, el sector consume 215 billones de litros de agua al año y es responsable del 9 % de la liberación anual de microplásticos en los océanos.

Frente a este escenario, se pronostica que, de no haber cambios radicales en esta industria, las emisiones de CO2 aumentarán casi el 50% para 2030.

Desde 2018, se puso en marcha una acción que intenta cambiar el rumbo de las emisiones: La Carta de la Moda se estableció con el apoyo de ONU Cambio Climático para proporcionar una vía para que la industria logre emisiones netas cero para 2050, en línea con los esfuerzos globales para limitar el calentamiento a 1,5C. Otros compromisos de la Carta incluyen el abastecimiento del 100% de la electricidad a partir de fuentes renovables para 2030, el abastecimiento de materias primas respetuosas con el medio ambiente y la eliminación gradual del carbón de la cadena de suministro para 2030.

En junio de este año, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Carta de la Moda, establecida con el apoyo de ONU Cambio Climático, han lanzado el Manual de Comunicación sobre Moda Sostenible.

Según un comunicado oficial, el Manual de Comunicación sobre Moda Sostenible, "reconoce el poder del motor de marketing de la moda y el importante papel que juega sobre la creación del deseo, las aspiraciones y los niveles de consumo". Presenta la necesidad de dirigir esos esfuerzos hacia soluciones sostenibles y circulares como una oportunidad creativa. Proporciona un "marco muy necesario ahora que entran en vigor cada vez más políticas sobre cómo expresar las reivindicaciones medioambientales. Mediante el uso de sus habilidades, los comunicadores pueden ser parte de la solución en lugar de contribuir al problema". Por su parte, Daniel Cooney, director de comunicación del PNUMA, dijo que “el equilibrio entre la ciencia de la sostenibilidad y la re imaginación de la narrativa de la moda es el punto en que los comunicadores pueden destacar. Las historias que cuenta la moda tienen mucho poder”

Y agregó que, para que el sector de la moda cumpla sus objetivos de sostenibilidad, “necesitamos que el enorme motor de marketing reoriente sus esfuerzos hacia el consumo sostenible. Pero existe un notable vacío de participación en este cambio por parte de los actores de la comunicación. El Manual de Comunicación sobre Moda Sostenible es la guía práctica que se necesita. Y lo que es más importante, pone de relieve el enorme margen de creatividad que existe para imaginar y hacer realidad el mundo en el que queremos vivir".

4 Marcas argentinas de moda sustentable

Vulca: Fundada hace 5 años por la diseñadora y suprarecicladora mendocina Pía Balaguer, transforma desechos de la industria fast fashion en nuevos objetos de diseño con valor agregado que, al mismo tiempo, son funcionales para acompañar la vida diaria. Entre los productos que vende desde la tienda online dentro y fuera del país, se encuentran materas, riñoneras, bolsos, billeteras y sombreros entre otros productos.

Chitara: Los emprendedores María José Ferrer y Federico Calderón crearon Chitara para el desarrollo de las sandalias hechas con cuerdas de escalada reciclada. María José también es arquitecta y escala hace muchos años, su gran pasión. Desde su propia experiencia surgió la idea de utilizar las cuerdas para escalar para el desarrollo de productos sustentables y, a su vez, resistentes.  

Modesta: Empezó en 2008 como una manera de dar respuesta a la problemática mundial de las bolsas de plástico y su gran poder contaminante. Paula Crousottsi, una de las fundadoras de la marca, explica que su emprendimiento utiliza la técnica de reciclado llamada termofusión, con la que dan vida a objetos prácticos de uso diario como son carteras, libretas y diversos accesorios.Los objetos de Modesta no están pintados, provienen de las tonalidades de las mismas bolsas plásticas con las que fueron realizados.

Apron: Peta Moreno, la diseñadora que está detrás de esta marca, recupera el concepto del uniforme de trabajo en una versión moderna con materiales reciclables. La firma cuenta con base en Argentina y en España, y todas sus prendas están realizadas aprovechando textiles con certificado GOTS, hechos a partir de materiales reciclados, cañamo, algodón orgánico y con acabados libres de tóxicos y pesticidas.   

Los números de la contaminación según ONU

  • Se necesitan 7.500 litros de agua para hacer una camiseta, lo que equivale a 93.000 millones de metros cúbicos al año.
  • Medio millón de toneladas de microfibras sintéticas se vierten en el mar cada año.
  • Cada doce meses son talados entre 70 millones y 100 millones de árboles para fabricar tejidos de celulosa, es decir, fibra semi-sintética.
  • La quema de un kilo de ropa genera 1.36 kilos de dióxido de carbono, una cifra mucho más contaminante que la quema de carbón o gas natural.