Lionel Messi, capitán de la Selección argentina y embajador de Buena Voluntad de UNICEF, y su par en el equipo canadienses, Alphonso Davies, también embajador de Buena Voluntad de ACNUR, fueron reunidos en el vestuario por el director general de Fundación ACNUR Argentina, Alfredo Botti, para sostener el Poncho Azul de Fundación ACNUR Argentina, que simboliza el apoyo a los más de 120 millones de personas refugiadas y desplazadas en el mundo.

La previa del encuentro que disputaron por la copa América fue organizada en conmemoración del Día Mundial del Refugiado, a fin de dar visibilidad a la mayor crisis humanitaria de la historia, después de la Segunda Guerra Mundial, dada la repercusión que tiene este evento deportivo que se disputa en EEUU y, sobre todo, la inmensa popularidad global del "mejor jugador del mundo".

De refugiado a capitán de Selección

Por su parte, el capitán de la Selección de Canadá, Alphonso Davies, inició su historia de vida como refugiado, ya que nació en un campamento en Ghana, donde su familia había llegado en busca de seguridad y refugio huyendo de la guerra civil en Liberia.

Con tan solo cinco años y gracias a un programa especial, Alphonso y su familia pudieron reasentarse en Canadá y a los 15 años, empezó a jugar fútbol profesional. 

Tan solo un año después hizo su debut en la selección nacional, lo que lo convirtió en el jugador más joven de la Selección Nacional Masculina de Canadá.

Por su experiencia personal y conociendo de primera mano lo que viven las personas refugiadas y la importancia de la labor de ACNUR, en 2020 Alphonso comenzó a colaborar con la Agencia de la ONU para los Refugiados hasta convertirse en 2021 en embajador de Buena Voluntad de ACNUR.

Entonces declaró: “Estoy orgulloso de unirme a la Agencia de la ONU para los Refugiados como Embajador de Buena Voluntad. Mis propias experiencias me hacen querer alzar la voz por las personas refugiadas, compartir sus historias y ayudarlas a marcar la diferencia”.

Hoy son más de 120 millones las personas que debieron huir de sus hogares para salvar sus vidas, y la labor de personalidades como Alphonso es clave para visibilizar esta realidad y la importancia de contribuir con la labor de ACNUR en el mundo.

Ponchos azules

En cuanto a los Ponchos Azules representan el abrazo y el abrigo que brinda la sociedad argentina con su apoyo a las personas desplazadas forzosas.

En Argentina, más de un millón de ciudadanos forman el movimiento más grande del mundo en apoyo a las personas refugiadas y por eso  Fundación ACNUR Argentina eligió ese símbolo de pertenencia y solidaridad para quienes se sumaron a la causa.

El diseño del Poncho Azul fue creado y donado por Benito Fernández, con el propósito de se visibilice a través de su imagen la situación por la que pasan millones de víctimas de la guerra, la violencia, los conflictos armados y la persecución que cada día se ven obligadas a huir de sus hogares para salvar sus vidas y que necesitan refugio, abrigo, contención.

Para ser un Poncho Azul, se requiere la firma en ponchosazules.org. y  para conocer la labor de ACNUR hay que ingresar en www.fundacionacnur.org

El ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, trabaja desde hace más de 70 años para garantizarles protección y asistencia humanitaria .

Las crisis de refugiados y desplazados

1.      Casi tres cuartas partes de las personas desplazadas por la fuerza viven en países con una exposición alta o extrema a los peligros relacionados con el clima.

2.      En 2023, los desastres climáticos provocaron 26.4 millones desplazamientos internos en 148 países y territorios. Se trata de la tercera cifra más alta en la última década.

3.      En mayo, las inundaciones en Río Grande do Sul, Brasil, afectaron a más de 1,7 millones de personas en todo el Estado. Alrededor de 68.000 se han visto forzadas a vivir en albergues adaptados, al tiempo que más de 327.000 abandonaron sus hogares

4.      Tras 13 años de crisis en Siria, se estima que 16,7 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria en el país durante 2024. El 48% de la población refugiada siria está compuesta por niños, niñas y menores de 17 años, de los cuales la mayoría nacieron y crecieron lejos de su tierra natal.

5.      En Ucrania 14,6 millones de personas, el 40% de la población, necesitan ayuda humanitaria y más de 6.5 millones de personas han huido hacia otros países en busca de seguridad.

6.      En Sudán, donde más de 6 millones de personas fueron forzadas a huir de sus hogares, más de 20 millones, el 42% de la población total del país, se enfrenta a una inseguridad alimentaria aguda. Lo mismo sucede en Afganistán con casi la mitad de la población de más de 40 millones de personas.