En enero del 2000 Ramón Ángel Abregú mató de cuatro disparos a su mujer embarazada en Río Grande y tras ser condenado se dio a la fuga. 22 años después se entregó a la Justicia para pedir su libertad.

Junto a su abogado, el homicida se presentó de manera espontánea ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal de Río Grande y reconoció ser el auto del asesinato de Eva Azulina Falcón.

De forma inmediata quedó detenido pero su defensor, Alejandro De la Riva, entregó un documento donde solicita que quede en libertad ya que el caso había quedado prescripto.

Todo fue una jugada contra la Justicia. Es que su declaración argumentó que se mantuvo prófugo durante 22 años en la selva del norte argentino y que al cumplirse el plazo ingresó a Tierra del Fuego de manera furtiva luego de cruzar por cuatro pasos fronterizos.

“El plazo de prescripción son 20 años, que es el tiempo en que logró mantenerse prófugo viviendo en la clandestinidad. Cumplió la pena de esa manera”, explicó De la Riva a los medios fueguinos.

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El caso 

Fue a fines de enero del 2000 cuando Abregú atacó a su pareja, embarazada de siete meses, quien logró refugiarse en una clínica privada. Aun así, el hombre logró encontrarla y dentro de una de las habitaciones la asesinó de cuatro disparos.

Poco tiempo después de ser sentenciado a 20 años de prisión por el delito de homicidio simple, todavía no se contemplaba la visión de género ni el agravante por el vínculo, el 15 de febrero de 2001 logró escapar hacia Chile escondido en un camión.

De esta manera, el preso se refugió a la espera de que el 1 de marzo de 2021 venza el periodo de prescripción de la causa. Ahora, resta saber que decisión tomará la fiscalía ya que deslizaron que el trámite “no es tan automático” y que resta dirimir algunas cuestiones jurídicas.