María Paula Cinalli, mamá del rugbier Blas Cinalli, declaró frente a los Tribunales de Dolores y manifestó: "Es un desastre, una desgracia muy grande. No quiero ni pensar lo que les pasará a los papás de este chico, pero nosotros también lo sentimos y lo sufrimos mucho".

Antes de que eso ocurriera, los papás de Fernando Báez Sosa, Silvino y Graciela, se retiraron de la audiencia con una postura de mucho dolor y angustia. 

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Luego, María Paula explicó cómo inició el viaje del joven Cinalli a la localidad balnearia: "Vino con una propuesta de ir a Villa Gesell y como tenía 18 años le dije que sí, no fui con él".

"Ni bien nos enteramos de todo esto no sabíamos quién era el fallecido, ni siquiera sabía que era mi hijo el involucrado, nos enteramos por las redes", resaltó la mujer.

En un testimonio corto, se pudo observar que de a poco Máximo Thomsen se quebró en llanto. Aun así, el Tribunal no dio lugar y continuó el relato de Rosalía Zárate, mamá del último rugbier mencionado.

"Me enteré lo qué pasó y lo fui a ver detenido. Me duelen muchos los insultos, me sentía cada vez peor, más angustiada. Aguanté y aguanté, me enfermé y no quería salir de mi casa", manifestó Rosalía.

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Desde ese momento, su hijo no pudo contener las lágrimas y hasta el abogado Hugo Tomei debió acercarse para ver qué sucedía. 

"Salgo al médico y a ver a mi hijo, es lo único que hago. Me operaron y ahora sigo en tratamiento, el médico me dijo que tenía cáncer", señaló la mujer y finalizó al destacar "es una pesadilla esto".

Luego de dicha declaración, Máximo Thomsen pidió la palabra y allí comenzó un testimonio de casi una hora, en el qurelató lo que ocurrió aquella madrugada.