Los niños y niñas tienen poco para ganar y mucho para perder con el cierre de las escuelas
En artículos publicados de The Lancet, o del British Medical Journal, entre otros, se publicó que los niños no son los vectores de la pandemia. En Gran Bretaña, los niños tienen un porcentaje de PCR positivo de entre 0,5% y 1%, es decir bajo.
El cierre de las escuelas durante la pandemia de Covid-19 es muy complejo. Según la Unesco más de 860 millones de niños y jóvenes en algún momento de lo transcurrido hasta ahora de la pandemia no asistieron a la escuela y más de 100 millones de niños y niñas van a tener problemas de lectoescritura.
Es verdad que al principio no sabíamos mucho y en el Reino Unido se cerraron las escuelas desde marzo hasta junio del año pasado y las clases continuaron online.
A los chicos que no tenían computadoras se les proveyó de las mismas. Luego volvieron a cerrarse en enero, pero claro, era porque había 68 mil casos diarios y 1.820 fallecimientos el día 20 de enero.
¿Qué sabemos ahora? Bueno, en artículos publicados de The Lancet, o del British Medical Journal, entre otros, se publicó que los niños no son los vectores de la pandemia. Aquí los niños tienen un porcentaje de PCR positivo de entre 0,5% y 1%, es decir bajo.
Y si los niños se enferman, son asintomáticos y muy pocos requieren internación y menos aún fallecen. Lo que se sabe ahora es que los niños no son vectores sino que su positividad es un reflejo de los niveles de infección en la comunidad.
¿Y esto qué quiere decir? Quiere decir que hay que hacer muchísimos testeos en cada comunidad. Aquí en el Reino Unido se hacen testeos en los chicos y en los maestros dos veces por semana.
Con el cierre de las escuelas los chicos tienen poco para ganar y mucho para perder.
Esto lo leí en un artículo científico y me pareció muy importante: poco para ganar porque no son los principales transmisores de la enfermedad, no son los vectores de la infección, las maestras y familias que tienen niños en las escuelas abiertas no mostraron mayores índices de contagio con respecto a las familias que no tienen hijos durante el mismo período.
Es decir que por lo tanto el número de contagios que traen los chicos a las casas es muy mínimo.
Sin embargo, los chicos tienen muchísimas consecuencias por el cierre de las escuelas, consecuencias en la educación, y específicamente en Argentina más del 50% de los niños están bajo el nivel de la pobreza.
Antes de la pandemia los chicos de escuelas pobres o de barrios pobres estaban 18 meses por detrás de los chicos de clase media en la educación y esto aumentó significativamente sin ninguna duda.
Sobretodo porque los casos de chicos de clase media o alta que van a escuelas privadas tienen otro nivel de soporte y según tengo entendido se juntan con maestros que contratan los padres.
Mientras que en los barrios humildes, los padres salen a trabajar y los chicos se quedan solos en la calle, expuestos a los riesgos, como al consumo de drogas en los adolescentes.
En el Reino Unido durante el cierre de las escuelas tuvimos un aumento del número de casos de suicidios en la gente joven.
Pero además de eso, la escuela es un lugar de contención para los chicos, no solamente por la parte de educación, sino porque chicos que están en situaciones de vulnerabilidad o viven violencia doméstica.
Hay que poner el costo con el beneficio. Si hay posibilidad de hacer test rápido dos veces por semana a los chicos y a las maestras, los chicos tienen que seguir en las escuelas.
Si el número de fallecimientos no es como en el Reino Unido de 1.800 por día en donde en ese caso si se justificaba el cierre porque era un riesgo para todos, los chicos tienen que seguir en las escuelas.
También es una cuestión de género porque incluso son las mujeres las que van a estar en desventaja porque son las que se van a tener que quedar en la casa a cuidar a los niños porque las escuelas están cerradas.
Es decir que si es posible no cerrar las escuelas es la mejor opción.