Los fallos judiciales justos serían una muy buena herramienta para propiciar la dinámica de la prevención de hechos de tránsito, que en Argentina arrojan un saldo anual de 7 mil muertos por año y que más de 120 mil personas queden con lesiones incapacitantes y graves discapacidades.

La importancia de una investigación inmediata inicial tras haber ocurrido un accidente vial fue subrayada en el 4° Congreso de Actualización en Reconstrucción de Accidentes de Tránsito (ARAT 4), que se desarrolló en el Aula Magna de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), de la que participó la Asociación Civil Madres del Dolor.

David Berstein, asesor legal de la ONG, advirtió que "si en la actuación inicial de preservación de pruebas en las causas penales por hechos de tránsito, la recolección de pruebas se hace mal o no se hace, ese procedimiento judicial va a estar encaminado de manera errónea, y es una catástrofe, porque va a terminar lejos de la verdad de lo acontecido".

Alertó que "una causa penal va a terminar ¡impune! Y ese es el grito sagrado de las víctimas de tránsito y los familiares. No queremos que las causas penales queden impunes".

Según la Organización Mundial de la Salud, los siniestros de tránsito causaron aproximadamente 1,35 millones de muertes en todo el mundo en el año, lo que significa que muere una persona cada 26 segundos.

El 50% de las víctimas viales en el mundo corresponden a motociclistas (23%), peatones (22%) y ciclistas (5%), denominados usuarios vulnerables de las vías, mientras que el 50% restante lo componen ocupantes de vehículos (31%) y usuarios no especificados (19%).​

El 59% de las muertes son de adultos entre 15 y 44 años. El 77% de los fallecidos, hombres.

Berstein recalcó que el objetivo central es salvar vidas y que una muy buena herramienta para propiciar la dinámica de la prevención es tratar de luchar para conseguir sentencias judiciales justas.

Para ello, juzgó vital, necesario e indispensable un buen trabajo inicial en tiempo real en las causas penales por hechos de tránsito, refiriéndose a la inmediatez con la que arriba el perito especializado en accidentología vial a la escena para ejecutar un buen trabajo profesional, idóneo.

El caso de Kevin

Viviam Perrone, fundadora de la Asociación Madres del Dolor y de la sede en Argentina de la Asociación Internacional de Víctimas de Tránsito, expuso el caso de su propio hijo Kevin Sedano, al que mataron en tránsito de un segundo a otro cuando tenía apenas 14 años.

“El hecho de Kevin ocurrió en Vicente López, a pocas cuadras de la Quinta Presidencial, sobre la Avenida del Libertador. No en el medio del campo. Y, sin embargo, cuando fue el hecho de Kevin no se hizo presente ningún policía ni ningún fiscal. A mi me llamaron los amigos de Kevin y cuando llegué estaba la ambulancia, lo subieron y nos fuimos. No había nadie. Sólo tres testigos y los amigos", recordó.

Y continuó: "A la Justicia, o a los operadores judiciales, no les importó al no presentarse en el lugar del hecho, al no ir al hospital para hablar con los amigos de Kevin. Sí estuvo la policía y, desde el hospital, les tomaron declaración”.

Prosiguió: “Cuando pude tomar fuerzas, recorrí el lugar del hecho. Allí, en Av. del Libertador y Corrientes, un playero de una estación de servicio me comentó que las cámaras del local quizá habían captado el hecho. Luego, un mozo de un restaurante me comentó que había una huella de frenado. Y tal vez eso me podía ayudar. Me acerqué hasta el domicilio del victimario y una guardia de seguridad de una garita me advirtió que esa noche habían intentado modificar las marcas en el vehículo. Cuando fui a la Fiscalía con todo esto que había recabado, noto que la causa seguía caratulada como “lesiones graves”. Ni siquiera sabían que mi hijo había fallecido".

Recopiló más data: "La huella de frenado nadie la fue a tomar. El video ya se había borrado. Y al momento del juicio, la defensa del victimario presentó fotos del vehículo con modificaciones como método de defensa”, detalló para recordar que "en la Argentina los hechos viales siguen siendo la primera causa de muerte para los jóvenes", como su hijo.

Finalmente aclaró que "desde la Asociación Madres del Dolor, todo esto no lo hacemos ni por odio ni por rencor, sino porque sabemos que si hay una buena investigación, se llega a la verdad, no hay impunidad, no hay revictimización. Y eso es un buen mensaje para la sociedad, a la vez que permite darle paz y calma a las víctimas para que las consecuencias no sean los únicos que las sufren junto a los hermanos, la familia, sino que recaigan también sobre quien decidió pisar el acelerador, tomar alcohol antes de conducir”.

De ahí que pidió que la investigación se haga en todos los casos y no solo en aquellos en los que hay dinero para pagarlas.

Al ser aprobada en el Congreso la Ley de Alcohol Cero, reflexionaba: "Este es un pequeño paso para que no haya más hijos en una pancarta ni seres queridos con sus caritas sonriendo en remeras. Queremos salvar vidas".

Por último exhortó: "Por favor, preservemos la vida en la Argentina”.