La tasa de mortalidad por Covid-19 en Argentina bajó 65,7% en dos meses
Pasó del máximo de 5,36% el 5 de mayo a 1,84% en la actualidad.
Por Marcelo Bátiz.
La tasa de mortalidad del virus COVID-19 en la Argentina bajó 65,7% en los últimos dos meses y cayó al 1,84%, el menor nivel desde el inicio de la pandemia.
El máximo nivel de la tasa de mortalidad se registró el 5 de mayo, con el 5,36%, resultado de dividir los 262 fallecidos por un total de 4.887 casos de contagios que el Ministerio de Salud había contabilizado ese día.
En consecuencia, la tasa de sobrevivencia pasó de menos de 95 casos cada cien de ese 5 de mayo a más de 98 cada cien en casi todos los días de julio, mes en el que salvo el primer día siempre hubo una tasa de mortalidad inferior al 2%.
Los datos cobran especial interés de cara a la finalización de la última prórroga del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) previsto para el viernes 17 de julio, ya que desde diferentes sectores se espera una mayor flexibilización de las restricciones operativas para la segunda mitad del mes.
Hasta el momento, las estadísticas oficiales dan cuenta de la acumulación de casos registrados de coronavirus en el país y en cada uno de los 24 distritos, así como los fallecidos y recuperados, pero no se informa la evolución de la tasa de letalidad o mortalidad.
En una primera etapa, esta tasa registraba un incremento preocupante, al pasar de un 4,92% el 28 de abril a niveles superiores al 5% en la primera quincena de mayo.
El récord se registró el mencionado 5 de mayo y desde entonces la tendencia descendente prácticamente no tuvo interrupciones, salvo algunos días con leves incrementos aislados.
Fue así que a fines de mayo la tasa de mortalidad ya había bajado al 3,20% y el 30 de junio al 2,02%.
El 1° de julio fue el último día en el que la tasa fue superior al 2% (2,01%) y desde entonces todos los días registraron niveles inferiores a esa marca.
La menor tasa de mortalidad puede obedecer tanto a una mejor capacidad de atención de los casos registrados como al hecho de contarse con una mayor cantidad de testeos, que al aumentar el número de casos contabilizados disminuye la participación relativa de los fallecidos en el total.