Las vacunas son esenciales para la prevención de enfermedades infecciosas, no solo en la infancia, donde la vacunación está ampliamente difundida, sino también en la adultez, ya que el sistema inmunológico se debilita con la edad.

"La vacunación en los mayores de 50 años es crucial. A esta edad, cambiar hábitos y empezar a cuidarse, incluyendo vacunarse, puede aumentar la expectativa de vida entre 10 y 12 años”, señaló Roberto Debbag (M.N. 60.253), infectólogo y vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Vacunación.

El especialista además señaló: “Hay cinco claves para vivir mejor la adultez: realizar actividad física (150 minutos por semana de actividad vigorosa), seguir una dieta mediterránea, mantener relaciones humanas (que generan una mejora cognitiva) y tener acceso a la salud y a las vacunas”.

La neumonía, que puede ser causada por el virus de la gripe, el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), así como otras enfermedades como el Herpes Zóster, representan amenazas significativas para la salud de los adultos, especialmente para aquellos mayores de 50 años.

En Argentina, se estima que el VSR, un virus común que afecta las vías respiratorias, es responsable de 14.600 hospitalizaciones y 3.500 muertes al año en personas mayores de 20 años. El 90% de estos pacientes son mayores de 50 años, lo que subraya la carga de enfermedad en adultos. 

“El VSR puede ser muy grave en adultos, especialmente en mayores, ya que causa neumonías que pueden complicar, requerir hospitalización e incluso llevar a la muerte”, agrega el experto.

Por otro lado, el Herpes Zóster, también conocido como culebrilla, es una enfermedad causada por la reactivación del virus varicela-zóster (VVZ), el mismo virus que causa la varicela. Más del 90% de los adultos mayores de 50 años, fueron infectados por el virus que causa la varicela y, por lo tanto, están en riesgo de que se reactive, desarrollando Herpes Zóster.

Con un sistema inmunológico más debilitado debido a la edad, los mayores de 50 tienen un riesgo elevado de desarrollar esta enfermedad. Sus complicaciones pueden ser graves, incluyendo neuralgia postherpética, problemas visuales y un incremento en la probabilidad de eventos cardiovasculares. Además, esta condición puede afectar profundamente la calidad de vida e interferir con las actividades diarias.

En ese sentido, Debbag agrega: “La complicación más importante es la neuralgia postherpética, un dolor que puede durar meses y afectar la salud física y mental del paciente. En personas con diabetes o sistemas inmunitarios debilitados, puede tener consecuencias mucho más graves”.

La vacunación contra este tipo de enfermedades no solo reduce el riesgo de infección, sino que también minimiza las complicaciones que pueden afectar la vida diaria de los adultos. Vacunarse contra el VSR, por ejemplo, es fundamental para la prevención de la neumonía, ya que el neumococo no es la única causa de esta enfermedad.

"Las vacunas, junto con un estilo de vida saludable, son la clave para una vida más larga y mejor. Ayudan a prevenir enfermedades y a combatir la inflamación, un factor clave en el envejecimiento celular”, concluye Debbag.

En este sentido, los médicos juegan un rol fundamental, por eso, las consultas regulares con los profesionales de la salud se presentan como una oportunidad ideal para conversar sobre el esquema de vacunación y cómo reforzar las defensas del organismo. La vacunación es una inversión en la salud y el bienestar a largo plazo.