La mortalidad por siniestros viales se redujo en la Argentina en un 45% durante el 2020 en relación al año anterior, en buena medida debido a los más de nueve meses de restricciones para la circulación decretados a raíz de la pandemia de Covid-19.

De acuerdo con cifras oficiales difundidas este jueves, el promedio diario de muertes por accidente de tránsito se redujo de 15,3 a 8,5, mientras que la tasa cada 100 mil habitantes pasó de 12.5 a 6.9.

"Estas cifras son el lado positivo de las restricciones de circulación que nos trajo la pandemia y, sobre todo, son personas que hoy siguen con nosotros y familias que no están sufriendo una pérdida", señaló el ministro de Transporte, Mario Meoni.

Consideró que "si queremos mantenerlas debemos ser muy responsables a la hora de circular, respetando la velocidad máxima, no consumiendo alcohol y usando el cinturón de seguridad, no solamente quienes se mueven en automóviles".

"Todas las personas que viajen en micros o minibús también deben usarlo porque, además de ser obligatorio, es la forma de cuidar su vida. Nosotros vamos a seguir controlando como hemos hecho durante esta temporada, donde ya fiscalizamos más de 103.000 vehículos, porque nuestro objetivo siempre es cuidar la vida de las personas", afirmó.

El informe del Ministerio de Transporte de la Nación indicó que el año pasado murieron 3.138 personas en siniestros viales, es decir 8,5 personas al día.

La mayoría de las víctimas fueron varones de entre 15 y 34 años, con los motociclistas como los más afectados.

Las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba conformaron el podio de territorios con mayor cantidad de siniestros viales, aunque en la estadística de personas fallecidas se les suma Tucumán.

Las provincias del Noroeste y Noreste del país presentan los registros más altos si se mide la tasa de fallecidos por cada 100 mil habitantes.

El director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano, reflexionó que "la reducción casi a la mitad de los fallecidos implica más 2.000 vidas salvadas y decenas de miles de heridos que se evitaron: hoy hay muchas familias argentinas que no lloran por la pérdida de un ser querido y eso no tiene precio".

No obstante, alertó que "no hay que confundirse con esta caída: el descenso obedeció fundamentalmente a la restricción de la circulación, sobre todo en el comienzo de la pandemia, y no a un cambio cultural de los usuarios" y advirtió que "nada mata más jóvenes en nuestro país que los siniestros viales".