Joven mozo devolvió los 800 mil pesos que encontró en una mesa del bar que atendía
El muchacho tiene 25 años y trabaja en un bar de la avenida Santa Fe.
Un joven mozo, que trabaja en un bar del barrio porteño de Recoleta, devolvió a su propietario los 800 mil pesos que el hombre, un policía, había olvidado en una de las mesas.
El mozo, de 25 años y llamado Miguel Morales, contó que le hecho ocurrió días atrás, cuando al retirarse un cliente habitual en la mesa que tiene asignada del bar El Trébol, en la intersección de la avenida Santa Fe y Uriburu, observó que el cliente había dejado una bolsa de supermercado con el dinero en su interior.
El joven vive en un departamento cerca del Obelisco y tuvo que interrumpir su carrera de estudiante de profesorado de matemática por la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
“Es un cliente que viene siempre. Lo conozco porque lo atiendo seguido, pero no hablamos mucho. Vino a desayunar entre las 10 y las 11 pero, cuando se levantó para irse, se olvidó una bolsa pequeña arriba de la mesa", contó Morales al sitio Infobae.
"Cuando la agarré, me di cuenta que se trataba de dinero en efectivo, así que lo llevé a la caja para que lo guardaran y en ningún momento se abrió. Hicimos lo mismo que con cualquier cliente que se olvida algo, tener el mínimo contacto y guardarlo en la caja”, añadió.
Morales señaló que "!el dinero estaba en una bolsa de Carrefour. La gente que lleva esa cantidad de dinero siempre trata de guardarlo en algo que no llame tanto la atención. Era una bolsa común y corriente, se la llevé al cajero y le avisé en qué número de mesa había quedado olvidada".
Al señor lo conocemos porque viene seguido, así que simplemente esperamos que volviera a buscar el dinero”, agregó.
El policía regresó al cabo de una hora, preguntando nervioso si habían encontrado algo.
"Me preguntó si habíamos encontrado algo y, cuando le dije que sí, respiró profundo. Después, me dijo que le estaba explotando la cabeza, porque no se acordaba dónde lo había dejado. No llegué a hablar mucho con él, pero me agradeció y me dijo que estas cosas no se olvidan”, relató.
El mozo explicó que no tuvo intención en ningún momento de quedarse con el dinero.
“En ningún momento se me cruzó por la cabeza quedarme con el dinero. Además, es un cliente y sabía que iba a volver. Nunca hay que quedarse con lo ajeno. Uno se la pasa trabajando y ahorrando, y en tiempos difíciles como los de ahora, un olvido le puede pasar a cualquiera y en cualquier lugar”, explicó.