Los mosquitos hacen su regreso un mes después de la primera invasión del año que fue durante el mes de enero. En esta ocasión, se trata de la especie Aedes albifasciatus, conocidos como "mosquitos de inundación”, afectando principalmente Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

La nueva invasión se debe a las recientes lluvias que proporcionaron la inundación de charcos de agua, donde las larvas se desarrollan. Se prevé que esta situación continúe por un par de semanas ya que los mosquitos adultos tienen una vida útil de aproximadamente 20 días, pudiendo extenderse en caso de nuevas precipitaciones.

Lo positivo es que esta invasión no se relaciona con mosquitos transmisores del dengue, sino con una variedad más silvestre y adaptada al campo, especializada en alimentarse de la sangre de otros mamíferos no humanos. Esto explica por qué suelen picar con mayor facilidad a los humanos, cuya piel es más fina en comparación con la de otros animales.

El aumento repentino de mosquitos desencadenó el incremento de precios en los repelentes. Los productos más efectivos son aquellos que contienen ingredientes como DEET, Citronella, IR-3535 e Icaridina.

Aunque los repelentes no son altamente eficaces contra los Aedes albifasciatus, los expertos sugieren su uso como una medida importante para prevenir las picaduras. Es importante también renovar su aplicación especialmente en entornos al aire libre. 

Se recomienda complementar el uso de repelentes con otras medidas preventivas, como la colocación de telas mosquiteras en puertas y ventanas, el uso de espirales y aerosoles de interior y exterior y la eliminación de posibles criaderos de mosquitos.