La causa por el femicidio de Agustina Fernández, quien era estudiante de medicina y vivía en la ciudad de Cipolletti, dio un giro y en las últimas horas un amigo suyo quedó detenido tras el resultado de un análisis de ADN realizado a una prenda de vestir.

Según informó el Ministerio Público Fiscal de Río Negro, el hombre, que fue identificado como Pablo Parra, quedó detenido durante la madrugada de este jueves tras dos allanamientos realizados en su domicilio y en el de su madre y padre. Estaba previsto que la audiencia de formulación de cargos será en las próximas horas.

El detenido es la persona que encontró a Agustina, de 19 años, gravemente herida en el departamento que él mismo alquilaba y dio aviso a la Policía. Durante estos seis meses, ya que el hecho ocurrió el pasado 5 de julio, se hicieron diversas pesquisas y durante esta madrugada se secuestraron elementos en el domicilio del ahora detenido que serán peritados, entre ellos una computadora y un teléfono celular que serán analizados.

Entre las principales evidencias científicas para acusar a Parra, quien es trabajador petrolero, se destacan los múltiples informes médicos forenses, los resultados comparativos de ADN y el análisis de prendas de vestir de la víctima. 

LEE: Un nene de cinco años murió al caer de un departamento en Fuerte ApacheAdemás, y según se informó, el equipo policial conformado especialmente para el caso analizó cientos de horas de videos de cámaras de seguridad públicas y privadas y junto con la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones y la colaboración del Ministerio Público Fiscal de Neuquén y Salta avanzaron en el análisis de las líneas telefónicas que tuvieron actividad en la zona en el período donde se habría producido el ataque a Agustina.

El fiscal Martín Pezzetta y la querella que representa a la familia de la víctima solicitarán la correspondiente audiencia de formulación de cargos en las próximas horas. Agustina fue encontrada sin vida en la casa de Parra, quien no se encontraba allí, por lo que al principio se sospechaba que la habían asesinado en un intento de robo.

Pero ahora, casi seis meses después, los investigadores lograron detectar que el auto de Parra circuló ese día por la zona de su casa entre las 19 y 20 horas, que fue el horario en el que se produjo el ataque.