Un hombre que fue condenado a un año de prisión por ejercer violencia de género contra su ex pareja no irá a la cárcel por un insólito motivo: no hay lugar.

Así lo determinó la Justicia de la localidad de Cutral Co, Neuquén, contra el agresor que fue encontrado culpable de los delitos de violación de domicilio, lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género; amenazas simples y desobediencia a una orden judicial, todo en concurso real y en calidad de autor.

Según el medio lmneuquen.com, el 27 de mayo de 2021 el hombre se acercó hasta la casa de su ex novia y la amenazó de muerte con una navaja.

En esta oportunidad, la mujer se defendió e hirió con un cuchillo al atacante en su mano. Con la denuncia realizada el caso fue caratulado como "amenazas efectuadas en un contexto de violencia de género, agravadas por el uso de arma blanca".

Allí la Justicia le informó que tenía una perimetral en su contra por lo que no podía acercarse hasta la vivienda de la víctima ni tampoco tener contacto con ella.

Sin embargo, tiempo después el agresor incumplió la restricción y volvió hasta la casa de su ex pareja donde la golpeó y volvió a amenazarla de muerte.

Por estos hechos fue llevado a juicio y en una audiencia realizada este lunes, la fiscal Ana Mathieu presentó el acuerdo alcanzado con la defensa del imputado.

Lo curioso es que el violento recibió una pena de un año de prisión, pero por la crisis carcelaria y que el condenado no tenía antecedentes penales, se resolvió que cumpla la pena en su casa y que se lo controle con una tobillera electrónica.