La Ciudad de Buenos Aires nunca deja de sorprender. En sus 203 kilómetros cuadrados guarda una estrecha relación entre el pasado, el presente e inexorablemente sigue creciendo con visión futura y cada vez que uno la recorre con tiempo y en modo turista, la ciudad lo sorprende en cada esquina.

Retiro es uno de los barrios porteños asociado al transporte ya que en él se encuentra la estación de micros de larga distancia más grande del país con más de 100 lugares para las unidades. Además de la Estación de Ferrocarril Mitre y la Estación Retiro de la Línea C del Subte. Y un sinfín de líneas urbanas de colectivos. También, puedo monumentos simbólicos como la Torre a los ingleses, el edificio Kavanagh y la Basílica Santísimo Sacramento entre otros como uno de los museos más trascendentales de la historia Argentina.

Se trata del Museo de la Inmigración (MUNTREF) ubicado en Avenida Antártida Argentina 1355. Hoy museo nacional entre 1911 y 1953 el edificio que nació como es socialmente conocido como El Hotel de los Inmigrantes, mantiene viva la memoria y la historia de los inmigrantes que llegaron a la Argentina desde Europa, Asia y África en el siglo XIX.

El Hotel de los Inmigrantes tenía lugar para 3 mil personas. Foto: Agencia Noticias Argentinas - Argentina Gob.
El Hotel de los Inmigrantes tenía lugar para 3 mil personas. Foto: Agencia Noticias Argentinas - Argentina Gob.

En el edificio contiguo funcionan las oficinas centrales de inmigraciones, por lo que también es una forma que invita a pensar y celebrar la continua quienes llegada a Buenos Aires de un mosaico importante de personas que arriban desde distintos puntos de la región y del mundo al país.

Fue construido en 1906 y cuenta con pabellones donde se alojaban los centenares de miles de inmigrantes que llegaban a la Argentina durante sus primeros días en el país. El edificio estuvo pensando y cada pared se levantó de acuerdo a lo planificado con áreas destinadas al desembarco, la colocación, su administración, atención médica, servicios y alojamiento y traslado de las personas. Su capacidad para hospedar gente era de tres mil personas divididas en cuatro pisos con amplios espacios a cada lado del hall central. En la planta baja estaba la cocina y el comedor con vistas a los jardines, mientras que en la parte superior se encontraban los dormitorios con una capacidad máxima para 250 personas en cada uno de los cuatro cuartos por piso.

Cómo era la vida del inmigrante en el Hotel que los recibió a principios del Siglo XX

Tras el desayuno los huéspedes cumplían con tareas asignadas. En el caso de las mujeres hacían las tareas domésticas en general y cuidaban a los niños y, los hombres gestionaban su colocación en la oficina de trabajo. Más tarde, a la hora del almuerzo, al oír sonar la campana, en turno de mil personas se servía la comida y, a las tres de la tarde los niños tenían preparada su merienda, ya que, a las 18 hs. comenzaban los turnos de la cena para luego, una hora más tarde, los dormitorios quedaban habilitados para ir a descansar.

El alojamiento era gratuito por cinco pero que luego se extendía por casos de fuerza mayor como enfermedades o por no haber podido conseguir trabajo que les diera la posibilidad de irse a vivir a otro lugar.

Otro dato histórico es que al arribar al hotel las personas recibían un número que les servía para ingresar y salir a conocer la ciudad. Ahora, el hotel es patrimonio y museo nacional de la Inmigración, creado en 1974, y el Centro de Arte Contemporáneo, inaugurado en 2012. La entrada es gratuita.