Estado de Flow: qué es y cómo alcanzarlo en contextos de ansiedad y estrés
El flujo es un estado cognitivo en el que se está completamente inmerso en una actividad. Responde a la psicología positiva y ofrece herramientas para combatir la dispersión y la ansiedad. Conversamos con una experta.
Hablar de flow (que significa fluir o flujo) en un contexto de ansiedad y máxima tensión, en un día cargado de expectativas a la espera de los resultados de las elecciones a presidente de nuestro país, podría parecer algo muy lejos de nuestro alcance. Sin embargo, es en momentos como estos cuando algunas de las herramientas que propone la llamada psicología positiva orientada a alcanzar el "estado de flow" podrían ser de gran ayuda.
El término “flow” responde a un movimiento terapéutico que se inicia con la Psicología Positiva creada por Mihály Csíkszentmihályi y que aparece por primera vez en 1975; algunas corrientes también la llaman “psicología de alto rendimiento”.
De acuerdo a la psicoterapeuta Valeria Roca, uno de los principales fundamentos de este movimiento radica en lo que Lao Tse denomino “wu wei”, algo así como el arte de la no acción, o la capacidad de lograr que lo que hagamos no requiera esfuerzo.
“La psicología de la felicidad toma a Aristóteles como uno de sus precursores considerando que todas y todos necesitamos simplemente ser felices y todo lo hacemos es en pos de ello. Por ello la psicología de la felicidad propone que el estado de Flow se de en experiencia autotélica, es decir, a través de actividades que hacemos por el mero hecho de disfrutar realizarla más que por el resultado que obtenemos. Sería como ir a correr por disfrutar el paisaje y lo que me hace sentir esa experiencia más que por verse mejor físicamente”, detalla a NA la experta en psicología.
En Mindfulness equivale a lo que se entiende por atención plena: “Básicamente lo que busca es no dispersarse, no abstraerse y solo ingresar en la conciencia toda la información y estímulos que nos ayuden a esa experiencia”.
Sin embargo, Roca no deja pasar por alto un concepto primordial: “El error más común es creer que debemos lograr la felicidad eterna, permanente. En cambio, lo que alcanzamos son momentos de felicidad, que al querer inmortalizar lo único que logramos es recaer todavía más fuerte en la tristeza de lo inalcanzable”.
Flow vs ansiedad
Es como dice Roca al pensar en el estado de caos y dispersión cotidiana en el que vivimos, especialmente quienes se encuentran en las grandes ciudades. “El miedo, la ansiedad y las preocupaciones son enemigos de este estado, las cuales no por ello debemos tapar, correr o negar porque para llegar a experiencias plenas debemos conocer primero nuestros propios limitantes”, advierte.
La experta explica que, en realidad, vivimos la mayor parte de nuestras vidas en “Entropía”, es decir en estado de caos absoluto gracias al constante bombardeo de estímulos que nos dispersan, que van desde el uso de redes, los problemas sociales, personales, familiares, las elecciones, las guerras en el mundo y la crisis medioambiental. Todos esos factores nos alejan del anhelado estado de flow.
¿Podemos evitarlo? No, y tampoco es el objetivo. Pero sí se puede aplicar ciertas técnicas a partir de ser conscientes de la falta de control y gestión que tenemos sobre nuestro mundo emocional cotidiano.
Algunas pautas que ayudan a alcanzar el estado de Flow
- Debe implicar un desafío para nosotros, no se logra en aquellas actividades que ya sepamos de memoria.
- Debemos tener concentración
- Nuestras metas deben ser muy claras
- Reforzar nuestra retroalimentación durante las acciones que emprendemos
- No debe requerir esfuerzo
- Tener cierto nivel de control sobre la situación para eliminar el miedo al fracaso
“Somos parte de un mundo muchas veces hostil, desigual, de guerras y muertes a diario, de crisis climática y por supuesto que no estamos ajenos a ello. Pero además de ser parte, también necesitamos de un equilibrio emocional y para ello hay momentos de ‘estar aparte’, de tomar cierta distancia y darle foco a nuestras inquietudes, necesidades y deseos, a aquellas cosas que cada uno siente que lo enriquece en su mundo interno”.
“Aquí es donde más vale la pena aplicar las técnicas de Flow, para alcanzar momentos de felicidad aún en medio del caos”, concluye.