El Gobierno porteño pidió "sinceras disculpas" por el polémico espectáculo en un museo y responsabilizó a los artistas
El Ministerio de Cultura de la Ciudad, conducido por Enrique Avogadro, afirmó que los encargados de la performance nunca informaron cómo iba a ser la obra.
El Ministerio de Cultura porteño pidió "sinceras disculpas" por la polémica generada en torno al espectáculo de personas semidesnudas en el Museo Fernández Blanco y responsabilizó a los artistas, al afirmar que "no existió referencia alguna de que la obra debiera tener restricción de edad y utilización de lenguaje explícito".
"¿Qué importa la pobreza cuando tenés la pija bien dura? ¿Qué importa la pobreza cuando tenés la cola hambrienta? ¡Qué importa! Cuando salís enloquecida a buscar por las calles, por los rincones, ese poco de amor furioso que te aturde y te hace olvidar un rato de la pobreza", recitaba la agrupación Ópera Periférica en los jardines del Museo Isaac Fernández Blanco, en el marco de la obra "Sirenas en jardines electrónicos".
Luego de que las imágenes de los artistas semidesnudos se viralizaran y generaran un fuerte repudio contra las autoridades porteñas, la cartera conducida por Enrique Avogadro debió dar explicaciones sobre el tema.
"La obra fue seleccionada en la convocatoria abierta federal realizada en 2022 por la Dirección General de Museos del GCBA, y la curaduría se hizo acorde a la documentación presentada que incluía texto descriptivo, material fotográfico, biografía y antecedentes artísticos de quienes la interpretan", sostuvo el Ministerio de Cultura de la Ciudad.
A través de un comunicado, el área cultural remarcó que "el proceso de selección fue realizado de la misma forma que se presentan todos los proyectos artísticos culturales", al tiempo que aclaró que "en ningún lugar" de toda la documentación presentada "existían indicios de las escenas que se desarrollaron el sábado 25 en los jardines del Palacio Noel, sede del Museo Isaac Fernández Blanco".
"Si bien hubo múltiples instancias de conversación entre el equipo de curación y la compañía, donde se definió lo locación del Museo Fernández Blanco porque los artistas requerían interactuar con instrumentos barrocos, no existió referencia alguna de que la obra debiera tener restricción de edad y utilización de lenguaje explícito", subrayó el texto difundido.
Y añadió: "No avalamos, ni promovemos esta clase de espectáculos que puedan herir u ofender la sensibilidad de muchas personas. De haber tenido el menor indicio, no hubiera sido programada esta performance en un espacio abierto al público, ni en ese horario vespertino".
Ante esta situación y tras señalar que en la Ciudad se presentan más de 200 programaciones culturales públicas todas las semanas, el Gobierno porteño anunció que se reorganizarán procesos y "se redefinirán responsabilidades" en cuanto a las programaciones artísticas, para evitar que vuelvan a producirse hechos similares.
"Reiteramos un sincero pedido de disculpas a los asistentes, a la Fundación de Amigos del Museo, y a quienes se hayan sentido ofendidos", concluyó el comunicado difundido, en el que también se indicó que Victoria Oneto renunció como gerenta de Museos de la Ciudad "reconociendo la gravedad de lo sucedido".