El Ministerio de Comunicación Pública bonaerense advirtió sobre las estafas en entornos digitales, sobre todo los que son conocidos como "cuentos del tío" y que tienen en su mayoría como víctimas a los adultos mayores.

Frente al uso masivo de tecnología, que tiene como por objetivo la realización de trámites bancarios y otros similares, el Estado provincial implementó el Programa Interministerial "Cuidarnos en Red" para dar respuestas frente estas situaciones y también prevenirlas.

"Quienes nos animamos a navegar por internet descubrimos
un sinfín de posibilidades, por ejemplo, hacer trámites y acceder a servicios sin movernos de casa. Con la pandemia, esos recursos se han multiplicado. Pero es importante que durante estas actividades tomemos ciertas precauciones, así como lo hacemos en otros ámbitos de la vida. Los diferentes modos de uso de las TIC no escapan a otras realidades y podemos encontrarnos con situaciones no deseadas, como los ciberdelitos o estafas digitales", sostuvo el informe.

Los ciberdelitos son estafas que se producen a través de internet, aunque en algunas de sus etapas pueden utilizar otros recursos, como el teléfono.

Los estafadores son denominados ciberdelincuentes y cometen distintos actos ilegales, como robo de datos personales o de identidad para manipular nuestras cuentas bancarias, realizar ataques discriminatorios y acoso, entre otras modalidades.

La ciberdelincuencia es una problemática que afecta a todos:
niños, niñas y adolescentes, adultos y personas mayores.

Estos delincuentes ponen en práctica el famoso "cuento del tío": le dicen a alguien que ganó un premio o que el banco está solicitando que retires el dinero de su cuenta, entre otras excusas.

Puede ser que los contacten por teléfono, redes sociales, correo electrónico o mensajes de texto.

En ese aspecto, se presentan como integrantes de un banco o de una entidad oficial, como la ANSES o cualquier otra, y en la charla comentan alguno de nuestros datos como si nos conocieran.

Buscan ganar la confianza de la víctima haciéndose pasar por un organismo público o empresa, luego generan una conversación para que brinden datos confidenciales o que realicen transacciones bancarias.

La estrategia es expresar una supuesta urgencia para descolocar, engañar y obtener los datos personales de la víctima.

Les envían links a través de WhatsApp, correo electrónico o mensaje de texto para descargar algún programa o ingresar a un sitio web, con la intención de robar contraseñas o afectar el buen funcionamiento de la computadora, tablet o teléfono celular.

¿Cómo detectar si el link es seguro? Cuando posan el mouse en el enlace (sin cliquear) y aparece una vista previa de la página, es confiable; de lo contrario, es probable que sea un virus.

Usan los datos personales de manera fraudulenta: realizan compras, solicitan préstamos o vacían las cuentas.

Ningún banco, institución o empresa nos va a solicitar datos personales o de las cuentas, al tiempo que las acciones bancarias se realizan a través de las apps, páginas web oficiales o de manera presencial. 

Para evitar esas cuestiones, el programa "Cuidarnos en Red" dio a conocer diez recomendaciones para navegar seguros.

-Siempre leamos con atención quién es el remitente de los mensajes que nos llegan a través del correo electrónico o del teléfono celular. Nunca abramos enlaces de desconocidos. ¡Esos links pueden ser virus!

-Asegurémonos de que las cuentas de las entidades con las que nos comunicamos por redes sociales sean oficiales. Una cuenta con la insignia azul y el tic blanco garantiza que existe una verificación de autenticidad.

-Repetir la misma contraseña en distintas cuentas las hace más vulnerables.

-Evitemos que tengan relación directa con nuestros datos personales básicos.

-Para que sean más seguras las contraseñas, sirve mezclar mayúsculas con minúsculas, números y/o caracteres especiales (-, _, /, #, !).

-Nunca compartamos con otras personas nuestros nombres de usuario y contraseñas.

-Desconfiemos de las ofertas o promociones demasiado atractivas: podríamos estar ante una situación fraudulenta.

-Asegurémonos de que en el sitio web aparezca identificado el responsable del comercio y su ubicación.

-Verifiquemos periódicamente los movimientos de nuestras cuentas, así sabremos exactamente qué sucede con ellas.

-Si nos contactan por llamada, WhatsApp, correo electrónico o mensajes de texto para confirmar o solicitar información, cortemos la comunicación, por más que se presenten como representantes de bancos o instituciones. Los entes oficiales nunca nos solicitarán claves y/o contraseñas.