El dolor de Madre en el día de ella: duro testimonio de la mamá de Blas Correas y la necesidad de "pensar en los que quedan"
“Recién ahora, luego de 4 años puedo ver a mi hijo en fotografías y videos, puedo ver a un Blas de 17 años en un recorte”, confiesa Soleda Laciar.
En el día de la madre hay algunas que tienen la dicha de festejarlo con sus hijos y otras que no tienen la misma suerte. Por esa razón, desde la Agencia Noticias Argentinas, nos comunicamos con la mamá de Blas Correas, el adolescente de 17 que murió en 2020, tras un disparo policial.
En ese sentido, Soledad Laciar, mamá del joven comentó: “Recién ahora, luego de 4 años puedo ver a mi hijo en fotografías y videos, puedo ver a un Blas de 17 años en un recorte”.
Además, explicó que fue duro el proceso y que “empezó a reencontrarse con el Blas que perdió”. Por otro lado añadió: “Pienso en mis tres hijos que tengo, Juan de 23, las nenas una 4 y otra 3, siempre tratando de ser la mejor versión de mamá que puedo darles, porque creo que se merecen eso y creo que Blas también es lo que querría”.
Asimismo agregó: “Trato de no enojarme y de seguir con esta postura que es dejar el odio atrás y poder concentrarme más en los que le quedan en el día de hoy”.
En tanto explayó: “Este día es difícil, por más que te digan que ya pasó, siempre tocó y tocará una fibra, por más que pasen los años, el dolor siempre es igual. Uno aprende a convivir”.
Tras ser consultada sobre como lo transita el resto de la familia, Soledad respondió: “Juan, que es uno de los hermanos, fue el que peor la pasó, ya que eran carne y uña”. “Pero bueno, el dolor nos acompaña a todos y lo aceptamos así, algunos con más enojo, en el caso de mi papá”.
Además, preguntamos sobre si ese día tienen algún ritual y ante eso mencionó: “Yo no soy muy amante del cementerio, yo no me encuentro con Blas ahí. Me pasa que hay días que me levanto y tengo ganas de ir y voy”.
“Quiero quedarme acá con Juan, con Marti y con Mili, quiero recorrer acá y hacer el desayuno que hacíamos siempre. Mi hijo me hacía el desayuno, entonces es como un ritual”, confiesa.
Por último, explicó que “solamente el que pasó por esto te puede comprender, el resto te acompaña como puede y la verdad que yo lo agradezco, porque me han acompañado más de lo que esperaba”.