"El carnicero" confesó que participó del crimen del empresario en Caballito pero afirmó que lo asesinó su yerno
Pedro Ramón Fernández Torres declaró en el primer día del juicio en el que está acusado de ser coautor de un homicidio agravado.
Pedro Ramón "El carnicero" Fernández Torres confesó que participó del crimen del empresario Roberto Fernández Montes en el barrio porteño de Caballito, pero afirmó que fue el yerno quien lo asesinó.
La confesión ocurrió en el comienzo del juicio ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5, en el que se lo juzga por ser considerado coautor de un homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía.
"Yo sé que una vida no va a volver, lamento mucho por las hijas porque yo tengo hijas. Estoy muy arrepentido por haber estado ahí, porque este hombre me engañó y yo, por querer salir adelante, me equivoqué. Iba a ser un robo", dijo Fernández Torres ante el Tribunal.
Además, el hombre sostuvo que el móvil de su participación en el hecho fue económico ya que "necesitaba un préstamo" para ponerse su propia carnicería y que por ese motivo un conocido suyo que trabajaba como mecánico, le presentó a Corona para que le haga de prestamista.
Fernández Torres, estuvo prófugo durante cinco años hasta que fue detenido en la ciudad de Concordia, en Paraguay, en febrero de 2022.
En la primer audiencia, el hombre de 57 años, dijo que estuvo en el momento del crimen pero que fue el yerno de la víctima, Santiago Corona, quien lo asesinó en su departamento en el barrio de Caballito.
Corona ya fue condenado en 2017, en el mismo año del crimen, a la pena de prisión perpetua luego de que las cámaras de seguridad del edificio donde vivía la víctima mostraran el momento en el que el hombre y el sicario salieron del ascensor con un cuerpo envuelto a una sábana.
Natalia, una de las hijas de Montes y quien por ese entonces era pareja de Corona, expresó la necesidad de que el tribunal también le otorgue la máxima pena al sicario.
“Todos estos años como hija, me planteaba qué es perpetua, porque en este país perpetua son 35 años de los cuales podés ir apelando. Perpetuo es mi dolor, el de mis hijos ante toda esta bestialidad. Perpetua es la muerte de mi padre. Yo no puedo esperar 35 años como pueden hacer las familias de estas personas”, expresó.
“Yo, como hija y ser humano, no puedo entender ni perdonar. Me aferro a la justicia divina y de ella nadie va a poder escapar. Estas personas no merecen salir nunca más”, ratificó.