Dos individuos fueron arrestados hoy, por su posible participación en la balacera que se produjo días pasados en La Matanza, que dejó un saldo de cinco muertos y ocho heridos por la disputa de terrenos en la zona.

En los operativos participó personal de la Policía Bonaerense, cuyo personal aprehendió a uno de los sospechosos en su domicilio.

Sería uno de los sicarios que participó del sangriento episodio, mientras que el otro detenido fue identificado como Walter Escobar, quien además resultó herido en el enfrentamiento y se recupera en el Hospital Paroissien.

El episodio se dio el domingo pasado, durante una toma de terrenos en González Catán, partido de La Matanza, donde un grupo de sicarios atacó a varias familias que intentaban asentarse en 
una tosquera abandonada luego de una asamblea de delegados.

Aparentemente, eran unas 500 familias, cuyos integrantes habrían sido estafados en la compra de unos terrenos en el barrio '8 de diciembre', ubicado en González Catán, en el oeste del 
conurbano.

Sin embargo, se trata de una zona "inundable e inhabitable", según un informe elaborado tiempo atrás, durante otro intento de toma de tierras en ese lugar.

Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich,  apuntó contra la "permisibilidad" del Gobierno de Axel Kicillof y pidió que los extranjeros que usurpen tierras sean deportados.

"En caso de haber personas que usurpan terrenos, que son extranjeros, que no tienen domicilio permanente en la Argentina, la Justicia debería proceder a echarlos del país de manera inmediata", puntualizó la funcionaria en declaraciones radiales.

La Iglesia, en tanto, también se refirió al hecho y a través de un comunicado sentó su postura: "Hace algunos meses poníamos de manifiesto la situación de violencia que se vive en nuestros 
barrios. Violencia generada por los mercaderes de la muerte que desde organizaciones narco y delictivas de todo tipo tienen apresadas a nuestras familias y sobre todo a nuestros jóvenes".

El texto lleva la firma de Monseñor Jorge Torres Carbonell, obispo de Laferrere, y de Monseñor Eduardo Horacio García, obispo de San Justo, quienes expresaron su solidaridad con "las familias que sufrieron la violencia y hoy lloran el asesinato de sus seres queridos por estas organizaciones del mal y del crimen que actúan impunemente en nuestros barrios y territorios aprovechándose de la necesidad de los más pobres y frágiles".