Es un oasis paradisíaco donde predomina el verde sobre el cemento y combina lo natural con lo arquitectónico y, en cuestión de minutos uno se traslada de la tranquilidad y el trinar de los pájaros al ruido de las bocinas. Está a mitad del país, casi en la misma latitud que Santiago de Chile y, entre otros motes, la metrópoli es conocida como “la ciudad de la furia”.

Es el pulmón verde de la ciudad más importante del país y es una reserva protegida por su biodiversidad. Paz, aire puro y tranquilidad son algunas de sus características. Se ubica en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires y es el secreto mejor guardado de la costa ribereña. Miles de personas al año y cientos cada fin de semana la visitan.

Se trata de la Reserva Ecológica de Costanera Sur, a minutos del obelisco porteño, símbolo de la Capital Nacional del país. La Reserva se encuentra en la zona sur de la ciudad, a lo largo del Río de la Plata, en el barrio de Puerto Madero. Su acceso es bastante fácil tanto en transporte público como en vehículo privado.

La Reserva tiene un área de descanso para apreciar de las vistas, el trinar de los pájaros y tomar mate. Foto: Agencia Noticias Argentinas.

Es considerado como uno de los espacios naturales más importantes para los porteños y turistas que buscan escapar del bullicio urbano. Este refugio verde, de más de 350 hectáreas, es un verdadero pulmón para la ciudad y un santuario para diversas especies de flora y fauna, ofreciendo un respiro en medio del ajetreo citadino.

Con entrada libre y gratuita, tiene varios recorridos para hacer caminando. No se puede ingresar en auto. Está abierto de martes a domingos más los feriados de 8 a 19 hs.

Recientemente quedaron inauguradas las llamadas Pasarelas Interpretativas de 1.500 metros de ida con dificultad baja para su caminata. En la entrada a la misma hay un cartel informativo que reza: “Experiencia de inmersión y acercamiento a la naturaleza y a los distintos paisajes que forman la fauna y flora existente a lo largo de todo el recorrido”. En varios sectores del trayecto, el visitante está acompañado por este tipo de cartelería que le va brindando información al respecto del entorno.

Algunas de las más importantes indicaciones son:

  • Respetar el itinerario del sendero, no se separe de los circuitos.
  • No se puede alimentar ni molestar a los animales.
  • No tirar residuos. Conservarlos y arrojarlos a la salida en un cesto de basura.
  • No se puede ingresar con bicicletas.
  • Está prohibido fumar.
  • No se pueden hacer ruidos molestos.
  • Está prohibido escribir y marcar las pasarelas.

Tiene áreas de descanso donde se puede frenar para contemplar el silencio, a minutos de la avenida 9 de Julio, y tomar mate observando el paisaje increíble de diferentes tonalidades de verdes que en el horizonte deja ver los imponentes rascacielos de Puerto Madero, a un lado y, el majestuoso Río de La Plata al otro.

Cuáles son los sectores que tienen las pasarelas interactivas  

  • Camino de los lagartos.
  • Camino del medio.
  • Camino de los plumerillos.
  • Punto de encuentro.
  • Camino de los Sauces.
  • Camino de los Alisos.
  • Laguna de los coipos.
  • Laguna de Los Patos.
  • Laguna de las gaviotas.
  • Ceibal y Juncal.
  • Bosque de los alisos.
  • Pastizal.
  • Bañado.

En qué medio de transporte se puede ir a la Reserva Ecológica Costanera Sur

En transporte público, las líneas de colectivo que van son muchas: las más cercanas son las líneas 8, 20, 29, 33, 50 y 152, que lo dejan al visitante a pocos minutos de la entrada principal. Para quienes prefieren el subte, una de las estaciones más cercanas es Catedral (línea D) y la más próxima a la entrada en Alem (Línea B). También se puede llegar en bicicletas hasta la entrada. Para quienes se acercan en auto, la reserva está conectada a través de la Avenida Costanera Sur y tiene varias opciones de estacionamiento a lo largo del recorrido.

Un espacio de biodiversidad y relajación

Al ingresar a la reserva, el canto de los pájaros es la bienvenida, con una inmensa variedad de paisajes: senderos rodeados de vegetación nativa, humedales y costas fluviales que son hogar de más de 200 especies de aves, junto con una amplia gama de plantas y pequeños animales. Las caminatas por sus tranquilos senderos permiten observar aves como el alcarraza, el chajá o el pato maicero, mientras que los caminos en bicicleta ofrecen una alternativa ideal para recorrer este verde por donde la gente también usa para caminar o correr.

El parque cuenta con diversas instalaciones para disfrutar de la naturaleza como miradores, las pasarelas de madera sobre los humedales y las áreas de descanso, espacios antes descriptos. Además, se pueden realizar actividades como avistaje de aves, fotografía natural, caminatas o simplemente relajarse en un entorno natural único. Cuenta con baños públicos.

Opciones gastronómicas y recreativas en cercanías a la Reserva

A poca distancia de la reserva, la zona de Puerto Madero ofrece una gran cantidad de restaurantes y cafés donde los turistas pueden disfrutar de una excelente gastronomía, con opciones para todos los gustos. Desde parrillas argentinas tradicionales hasta cocina internacional, pasando por opciones más rápidas y casuales como pizzerías y heladerías.

En los alrededores también se encuentran bares y cafés con vistas al río, ideales para una merienda o para tomar un descanso después de recorrer la reserva. También, cerca del acceso a la reserva hay varios kioscos y puestos de comida rápida, para comer sándwiches y tomar jugos frescos.

La Reserva Ecológica de Costanera Sur es mucho más que un simple parque urbano, es un refugio de biodiversidad, un lugar para disfrutar del aire libre, practicar deportes, caminar o simplemente relajarse frente al río. Su proximidad al centro de Buenos Aires, sumada a la gran accesibilidad y la oferta gastronómica en sus alrededores, lo convierte en un destino ideal para todos los que buscan escapar del caos de la Ciudad y reconectarse con la naturaleza.