El principal apuntado por el doble crimen de Vicente López, Martín del Río, el hijo menor del matrimonio asesinado, envió unos audios luego del hecho que está en plena investigación que se acaban de dar a conocer.

Los mismos fueron difundidos por el portal de Todo Noticias (TN). Según indicaron, fuentes de la pesquisa aseguraron que del Río envió esos mensajes de voz tras el doble asesinato. El destinatario era otro hombre del que no se conoce su identidad.

¿Qué hacés papuchi? Si, ya lo vi también. Mañana temprano empezamos a presionar con eso. Apenas hoy se vayan, hoy las chicas y mañana temprano arranco con eso. Me vine hasta acá, hasta la cerrajería, después te llamo, a ver si puedo solucionar esto de la cerradura”, dice en el primero de ellos.

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Luego, envió otro en el que expresa: “¿Qué hacés papuchi? Ya estoy yendo, ahora en un ratito estoy por lo de Raúl, después te cuento”.

Doble crimen de Vicente López: las pruebas que complican a Martín del Río

En las últimas horas, la Justicia consideró una serie de pruebas que son vitales para la investigación y que complican aún más a Martín del Río en el asesinato a sus padres.

Fuentes judiciales revelaron a NA que además de las filmaciones que lo ubican en cercanías de la vivienda de la calle Melo 1101 y del testimonio de una mujer, con la que mantendría un vínculo amoroso paralelo al que tiene, también aparecen otras dos cuestiones contundentes.

Una es una huella del imputado que se encontró en una puerta blindada que comunica el garaje, donde apareció asesinado el matrimonio. También se encontró en la camioneta del sospechoso, el control de remoto que abría la cochera de sus padres y que se consideraba potencialmente en manos de quien hubiese matado a las víctimas, ya que estaba desaparecido.

El portón, se abría con un control remoto y había cuatro juegos: dos los tenían las víctimas y otros dos, los hijos, Martín y Diego Del Río, de acuerdo a lo indagado por los fiscales a cargo de la causa, Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería.

Los hijos de las víctimas tenían los suyos y había un tercero, pero faltaba el cuarto, que finalmente fue hallado en el habitáculo de la rueda de auxilio de la camioneta Mercedes Benz del apresado.