Es uno de los sonidos más inquietantes de la Tierra: el "canto" de ballenas barbadas como la jorobada, que se escucha a grandes distancias en el reino acuático. Ahora los científicos finalmente han descubierto cómo se comunican estos mamíferos marinos que se alimentan por filtración.

Las ballenas barbadas, un grupo que incluye a la ballena azul, el animal más grande en la historia de la Tierra, utilizan una laringe anatómicamente modificada para permitir la vocalización bajo el agua, indicaron investigadores el miércoles.

Estas criaturas han desarrollado una estructura novedosa: un cojín compuesto de grasa y músculo que se encuentra dentro de la laringe, dijeron los investigadores.

Eso significa que las ballenas barbadas emiten sus sonidos con la laringe, al igual que los humanos, mientras que las ballenas dentadas -incluidos los delfines, las marsopas, las orcas y los cachalotes- desarrollaron un mecanismo diferente que emplea un órgano especial en sus conductos nasales.

En la década de 1970 se reconoció que las ballenas barbadas son muy vocales, pero no estaba claro exactamente cómo producen su variedad de sonidos.

"Estos se encuentran entre los animales más espectaculares que jamás hayan vagado por nuestro planeta. Son animales muy inteligentes y sociales que habrían eclipsado a la mayoría de los dinosaurios. Tienen la rara habilidad de aprender nuevas canciones y difundir su cultura vocal por todo el planeta", dijo el biólogo Coen Elemans de la Universidad del Sur de Dinamarca, autor principal del estudio publicado en la revista Nature.

"Para comunicarse y encontrarse en océanos turbios y oscuros, las ballenas barbadas dependen críticamente de la producción de sonido. Por ejemplo, las hembras jorobadas y sus crías se comunican entre sí mediante la voz, y los machos jorobados cantan para atraer a las hembras", añadió Elemans.

Todas las ballenas barbadas, incluidas también la de aleta, la sei, la derecha, la gris, la minke, la ballena de Groenlandia y otras, emiten llamadas de muy baja frecuencia apenas audibles para los humanos. Algunas especies, incluidas la jorobada y la cabeza de arco, producen sonidos agudos que son bien reconocidos como cantos de ballenas.

Los investigadores realizaron experimentos de laboratorio utilizando laringes de ballenas sei, ballenas minke comunes y jorobadas muertas varadas en playas de Dinamarca y Escocia. También desarrollaron un modelo informático tridimensional de la laringe de la ballena para simular el efecto de las contracciones musculares sobre el sonido.

En los seres humanos, el habla implica a estructuras clave de la laringe: las cuerdas vocales. Estas pequeñas tiras de tejido vibrante se extienden a lo largo de las vías respiratorias, sostenidas por pequeñas estructuras de cartílago, llamadas aritenoides, que giran para abrir o cerrar la laringe.

En las ballenas barbadas, los aritenoides son grandes y rígidos, formando una especie de anillo que puede presionar contra la almohadilla laríngea. Cuando la ballena exhala, este cojín vibra con el flujo de aire en un movimiento ondulante, generando los sonidos.

"Lo fascinante es que, aunque las modificaciones laríngeas son únicas y tienen una estructura totalmente nueva, la principal fuente de sonido -la física subyacente a las interacciones entre el aire y el tejido- sigue los mismos principios que otros mamíferos, incluyendo a humanos", afirmó el biólogo evolutivo de la Universidad de Viena y coautor del estudio W. Tecumseh Fitch.

La laringe evolucionó cuando los primeros vertebrados terrestres comenzaron a respirar aire y necesitaban separar los alimentos del oxígeno para evitar asfixia.

Las ballenas evolucionaron a partir de mamíferos terrestres hace aproximadamente 50 millones de años. La modificación de la laringe permite a las ballenas barbadas vocalizar bajo el agua, al tiempo que protege sus vías respiratorias.

(Reporte de Will Dunham. Editado en español por Marion Giraldo, Reuters)