Guillermo Coppola, el ex representante de Diego Maradona, querelló por “calumnias e injurias” al presidente de una fundación que públicamente lo acusó por los supuestos delitos de “trata, reducción a la servidumbre, drogas, iniciación a las drogas” contra Mavys Álvarez, la novia cubana del fallecido astro futbolístico.

Coppola embistió contra Fernando Míguez, presidente de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, quien impulsó una denuncia contra el entorno de Maradona que fue desestimada por la Justicia federal y se encuentra actualmente en etapa de apelaciones.

El ex apoderado de Maradona consideró que Míguez incurrió en “un grave ataque que denosta, deshonra y desacredita la personalidad de un individuo”.

Además, anunció que lo demandará civilmente por “daños y perjuicios” y le reclamará un resarcimiento económico de cien millones de pesos “que serán donados al Hospital de Niños”.

Coppola basó su denuncia el las expresiones de Míguez el 17 de octubre pasado en el programa de TV “Estamos a Tiempo”, que se emite por la señal de cable A24.

“El querellado quien, sin sonrojarse, se refirió -invocando la supuesta calidad de apoderado mediante la fundación de Mavys Álvarez - a hechos que la tendrían a ella como víctima de gravísimos delitos cometidos, entre otros, por el suscrito y que datan de más de 20 años”, explicó Coppola.

La aparición televisiva de Míguez fue acompañada por leyendas en pantalla que mencionaban la “trata de personas”, la “crónica de un tiempo de terror” y alusiones al “entorno de Maradona”.

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Míguez respondió con una “excepción previa”, en la que consideró que “luego de la lectura integral del escrito de promoción de querella, no cabe ninguna duda de que no existe acción alguna que pueda ser merecedora de reproche penal”.

“La totalidad de las expresiones que el querellante me adjudica han sido vertidas en el marco de informaciones y opiniones vertidas en el marco de la discusión de hechos que claramente suscitan interés público, y en el marco del ejercicio de la función periodística, la cual se encuentra constitucional y convencionalmente protegida”, sostiene la respuesta.

La causa está radicada en el tribunal oral número tres, a cargo del juez Gustavo Rofrano.

Coppola pidió que una eventual condena “sea al máximo de la pena dispuesta para los delitos por los cuales se querella”.

Desde una reforma del Código Penal sancionada durante el Gobierno de Cristina Kirchner, los delitos de calumnias e injurias tienen una pena de multa.