Consumir la mitad de carnes y lácteos podría reducir el 31% de las emisiones, según una investigación
Según se publicó en revista Nature, sustituir el 50% de los productos de origen animal reduciría en un 31 por ciento la emisión de gases contaminantes para 2050.
El cambio en el hábito alimenticio podría beneficiar al ambiente en términos amplios: Un estudio publicado en la revista Nature Communications a mediados de septiembre asegura que sustituir el 50 por ciento de los productos cárnicos y lácteos en el mundo reduciría en un 31% la emisión de gases de efecto invernadero para 2050. Se trata del primer trabajo en analizar la seguridad alimentaria global y los impactos ambientales del consumo de carne y leche de origen vegetal a gran escala.
Entre las principales conclusiones, el informe indica que sustituir la mitad de los productos cárnicos y lácteos por alternativas de origen vegetal ayudaría a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) relacionadas con la agricultura, aportando en la reducción de los efectos contaminantes de estos gases que, como ya está demostrado, son los principales promotores de la crisis climática.
El estudio fue realizado por investigadores de la UVM, el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), la Alianza de Bioversity International y el CIAT y se trata del primero en analizar la seguridad alimentaria mundial y los impactos ambientales del consumo de carne y leche de origen vegetal a gran escala que tiene en cuenta la complejidad de los sistemas alimentarios.
"Comprender el impacto de los cambios en la dieta amplía nuestras opciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, indica Marta Kozicka, autora principal del estudio e investigadora del IIASA. “Cambiar las dietas también podría suponer enormes mejoras para la biodiversidad", subraya.
"Las carnes de origen vegetal no son sólo un producto alimentario novedoso, sino una oportunidad decisiva para alcanzar objetivos de seguridad alimentaria y climáticos, al tiempo que se logran objetivos de salud y biodiversidad en todo el mundo. Estas transiciones suponen un reto y requieren una serie de innovaciones tecnológicas e intervenciones políticas", considera Eva Wollenberg, coautora del estudio, de la Universidad de Vermont (UVM), en Estados Unidos.
De lo micro a lo macro: La transición en lo personal
Para aquellas personas que deciden sustituir el consumo de carne y lácteos, la nutricionsita Nélida Karavaski, miembro del Servicio Endocrinología, Metabolismo, Nutrición y Diabetes del Hospital Británico explica a NA cómo conviene hacer la transición y la sustitución de los nutrientes que aportan la carne y los lácteos al organimo.
-Lo primero: ¿Se puede vivir sin consumir carne y lácteos?
-Sí, es posible mantener un estado de buena salud sin consumir lácteos ni carne. Lo importante es mantener un equilibrio de nutrientes a fin no tener carencias nutricionales. La alimentación vegana es posible para todas las personas, pero es importante que sea elección de la persona, es fundamental que la alimentación se adecuada a los gustos y preferencias de las personas.
-¿Cuáles pueden ser los alimentos que sustituyan la proteína animal?
-Partiendo de la base que las carnes aportan hierro y vitamina b12 hay que encontrar formas adecuadas de sustituirlos de acuerdo a cada organismo. Pero en términos generales podríamos decir que:
En el caso del hierro, podemos encontrar este mineral en distintos alimentos de origen vegetal. Por ejemplo, en legumbres (lentejas y garbanzos), en frutos secos (pistachos), en verduras de hoja verde oscuro (espinacas y acelgas). Al mismo tiempo, se recomienda consumir estos alimentos con vitamina C, como puede ser kiwi, naranja, limón, fresas, entre otros, para favorecer la absorción del hierro.
En el caso de la vitamina b12, como la misma no se encuentra en alimentos de origen vegetal, se recomienda suplementar.
Y en el caso de los lácteos, que aportan fundamentalmente calcio, se puede incorporar con alimentos de origen vegetal. Algunos ejemplos: almendras, semillas, hojas verdes, repollo, kale, brócoli, algas, soja y tofu, entre otras alternativas.
-¿Qué pasa con la carne y los lácteos cuando se quitan de forma radical?
-No se recomienda retirar de la alimentación estos alimentos de golpe. En cambio, se sugiere una progresión paulatina y supervisada por un profesional. A medida que se disminuyen los alimentos de origen animal pueden aumentarse los reemplazos de origen vegetal y evitar así intolerancias gastrointestinales.
Entonces, para disminuir el consumo de alimentos de origen animal se recomienda realizar una transición alimentaria, es decir, comenzar a disminuir lentamente los alimentos de origen animal y en paralelo, ir incorporando los reemplazos. Esto se sugiere de esta manera por varios motivos:
1. Para que la persona pueda incorporar alimentos nuevos, que habitualmente no consumía y que son necesarios para cubrir correctamente los requerimientos nutricionales.
2. Para evitar intolerancias a los alimentos nuevos.
3. Para no sentir ningún síntoma por la falta del alimento de consumo habitual.
-¿Todos podemos prescindir de ellos?
-Sí, todas las personas podemos dejar de consumir alimentos de origen animal pero no es aconsejable realizarlo de manera brusca y sería óptimo realizar previamente una valoración clínica y nutricional, para determinar si hay algún problema de salud que deba atenderse antes de comenzar la transición alimentaria.
-¿Qué pasa durante la etapa de crecimiento?
-Es posible mantener una alimentación basada en plantas durante el crecimiento y desarrollo, pero es fundamental el control y monitoreo continuo del pediatra y un nutricionista especializado en niños y alimentación vegana. Al igual que en adultos, la vitamina b12 debe suplementarse y posiblemente otros nutrientes claves como: hierro, calcio, zinc, vitamina D.
Claves de la Investigación publicada en revista Nature
- A pesar de representar menos del 20 % del suministro mundial de energía alimentaria, los productos de origen animal son responsables de la mayoría de los impactos negativos sobre el uso de la tierra, la utilización del agua, la biodiversidad y las emisiones de gases de efecto invernadero en los sistemas alimentarios mundiales.
- La superficie restaurada podría contribuir hasta en un 25 % a las necesidades mundiales estimadas de restauración de tierras que se plantean para 2030 en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica.
- Entre las conclusiones del estudio, se cree que es necesaria una rápida actuación política y de gestión para evitar el riesgo medioambiental y dar apoyo a los agentes de la cadena de valor ganadera.
- Si bien el estudio respalda un mayor uso de sustitutos de la carne de origen vegetal, los autores reconocen que el ganado es una valiosa fuente de ingresos y alimento para los pequeños agricultores en los países de ingresos bajos y medianos. Por eso, consideran crucial adoptar medidas políticas y de gestión rápidas para evitar riesgos ambientales y apoyar a los agricultores y otros actores de la cadena de valor ganadera para una transición del sistema alimentario socialmente justa y sostenible.