Dos hombres fueron condenados por recibir agroquímicos robados, adulterarlos y luego modificarles su fecha de vencimiento para disimular su caducidad y venderlos en la provincia de Córdoba.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Córdoba condenó a penas de 5 años y 6 meses de prisión y de 3 años de ejecución en suspenso a dos hombres por llevar a cabo esta actividad ilícita junto con un tercer integrante, quien falleció previo al comienzo del juicio oral.

De acuerdo a lo comunicado por el Ministerio Público Fiscal, José Alberto Albin fue sentenciado a más de 5 años de cárcel, mientras que su sobrino contador, Rodrigo Albín Martín, a 3 años de prisión de ejecución condicional y a seis meses de inhabilitación profesional. Ambos también deberán $3 millones en concepto de multa.

La jueza María Noel Costa los consideró coautores de los delitos de asociación ilícita, encubrimiento agravado y uso indebido de marcas registradas y venta de productos agroquímicos de marca falsificada, en concurso real.

La pesquisa comenzó tras la denuncia de diversos robos de agroquímicos en la zona de Bell Ville en la que una banda familiar estaría detrás de “cometer hechos vinculados a la obtención, acopio, manipulación, fraccionamiento y adulteración de productos en un depósito de su propiedad”.

De la investigación se desprende que en el galpón se adulteraban las fechas de vencimiento y se fraccionaban los envases para luego venderlo en el mercado agropecuario.

En el juicio se reveló qué figura ocupaba cada uno de los acusados: Dante Albín, el fallecido, administraba el galpón, contactaba a los proveedores de los productos robados y organizaba todo lo relacionado al acopio, adulteración y fraccionamiento de los agroquímicos para su posterior venta.

Acerca de José Albin, “tenía contactos con varios de los proveedores, se encargaba de la distribución y venta de los productos adulterados y de la cobertura policial”.

Por último, el contador, Rodrigo Albin, “era titular de las empresas de transporte Arreos del Oeste SRL y Zona Austral SAS, utilizadas para la logística, obtención y distribución de los productos adulterados y los envases para su fraccionamiento, desde y hacia el galpón”.

En mayo de 2020 se realizó un allanamiento en el depósito en cuestión y allí se logró incautar los elementos de prueba como, por ejemplo, herbicidas vencidos y los stickers que le colocaban a los productos. Como la actividad no estaba registrada ni expuesta al control de las autoridades de aplicación, el material químico fue considerado residuo peligroso para la salud y el medio ambiente.

En medio de la investigación, en 2020 la pareja de Dante Albin lo denunció por violencia de género y allí se peritó su celular donde se encontraron “conversaciones que había mantenido con varias personas respecto a precios de agroquímicos de distintas marcas y su ofrecimiento para comercializarlos”.

En estos diálogos también aparecían otros indicadores de la maniobra investigada, como “alusiones a comprar planchas y etiquetas para cambiar fechas, no pasar los agroquímicos por laboratorios para no hacerles control de calidad y hasta utilizaban palabras en código para referirse a su actividad”.

Tras varios años de investigación, el caso concluyó con las condenas de dos de los tres acusados, ya que el tercero, y líder de la banda, murió.