Una fiesta clandestina convocada a través de las redes sociales reunió en la madrugada de este lunes a cientos de jóvenes en plena Costanera Norte, frente al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, sin distanciamiento social ni barbijos, y con abundante consumo de alcohol.

La reunión comenzó de madrugada en el parque Benito Carrasco, ubicado entre el espigón del Club de Pescadores y el predio Mandarine Park, habitual escenario de fiestas electrónicas.

Según pudo reconstruirse, pasada la medianoche comenzaron a llegar al lugar automóviles con jóvenes que portaban abundantes bebidas alcohólicas.

Con música puesta a alto volumen en los autos, la fiesta fue sumando participantes al avanzar la madrugada, a la par que llegaban vehículos que se estacionaban y, desde el baúl abierto, expendían bebidas.

Pese a tratarse de un lugar a la vista de todos, el encuentro se desarrolló sin ningún tipo de control hasta que comenzaron a llegar los móviles de los canales de televisión para transmitir imágenes en vivo.

La Policía de la Ciudad recién llegó a la zona pasadas las 7:00, cuando las imágenes de jóvenes sin barbijo ni distancia social consumiendo libremente bebidas alcohólicas habían ganado ya las señales de noticias y las redes sociales.

La llegada simultánea de varios patrulleros llevó a los participantes en la fiesta a dispersarse de inmediato, aunque ninguno de ellos fue detenido ni controlado por los policías, que parecieron limitarse solo a recorrer el lugar.

Tampoco se montaron en las inmediaciones controles de alcoholemia, pese a que muchos de los jóvenes que habían estado bebiendo en el lugar se retiraron manejando sus vehículos.

Al finalizar la fiesta en el lugar quedó un basural de botellas y latas de bebidas alcohólicas.

El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, dijo a TN que el encuentro comenzó alrededor de las 4:00 y reconoció que la Policía recién llegó pasadas las 7:00.

Miguel admitió también que aunque la reunión en la Costanera fue al aire libre y eso reduce el riesgo de contagio de Covid-19, todavía "no están habilitadas las fiestas masivas" en el ámbito porteño", ya que "los riesgos de contagio siguen presentes y dependen del comportamiento".

A diferencia de lo observado en fiestas clandestinas desbaratadas en lugares cerrados, en la de la Costanera al parecer no se cobraba entrada alguna.

De acuerdo con testimonios recogidos en la zona, ese tipo de encuentros masivos se venían dando en las madrugadas en el mismo lugar, e inclusive en las primeras horas del día anterior hubo otra igual de multitudinaria.