El nervio ciático suele jugar dolorosas y persistentes malas pasadas en lesiones deportivas, rotaciones bruscas de cadera, accidentes o simplemente deformaciones por posturas sedentarias. 

Son bastante frecuentes. "Las lesiones del sistema nervioso periférico tienen una incidencia de entre 13 y 23 afectados cada 100 mil personas al año. En la actualidad, son tratadas farmacológicamente para disminuir la inflación y el dolor, o en los casos en que es necesario, mediante cirugías", explica Patricia Setton-Avruj, profesora de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, quien lidera el equipo IQUIFIB.

La terapia tradicional con analgésicos y desinflamatorios no ataca el fondo del problema, debido a que muchos de los axones se mueven muy lento y tardan mucho en llegar a la parte afectada  y, a veces, no llegan.

Los axones son una estructura alargada de las células nerviosas, las neuronas, que se encargan de transmitir impulsos eléctricos a los nervios.

Así fue como esta investigadora de la UBA y del CONICET Dialoga, junto a sus colegas Marcela Fernández van Raap y Paula Soto, lograron regenerar un nervio ciático dañado a través de una terapia híbrida entre la nanotecnología y la biología.  

Se realiza con imanes que guían a las células madre magnetizadas hasta el área a reparar, evitando así el tradicional tratamiento invasivo, a la vez que lo vuelven más eficiente.

Dos equipos de investigadoras se unieron para resolver el problema de hacer llegar a las células madre regeneradoras al lugar del daño.

Durante años, el equipo del Instituto de Química y Fisicoquímica Biológicas Profesor Alejandro Paladini (IQUIFlB) de la UBA/ Conicet y del Instituto de Física La Plata, de la Universidad de La Plata/Conicet, experimentó con las propiedades regenerativas que tienen las células madre, y ahora publicaron los resultados en la revista científica Acta Biomateralia.

"Nuestro grupo de trabajo, desde 2007, se dedica a buscar estrategias terapéuticas que favorezcan la regeneración del nervio ciático lesionado", explicó Setton-Avruj.

En la publicación demostraron en ratas de laboratorio que es posible guiar mediante imanes a células magnetizadas para que lleguen todas a destino.

Se valieron de la nanotecnología, es decir, de la creación de cosas de un tamaño mil veces menor que el grosor de un cabello. 

Células que se vuelven magnéticas y luego son guiadas hacia la lesión mediante la ubicación de un imán que se mantiene en el lugar con un vendaje.

Estrategias terapéuticas

"La nanobiotecnología es una disciplina innovadora que surge de la conjunción de diversas disciplinas clásicas, como son la biologìa, química, física y la ingeniería. Combinando los conocimientos básicos de esas áreas se pueden generar estrategias terapéuticas que optimicen los resultados que se obtienen con terapias convencionales, como la cirugía o el tratamiento farmacológico, aclara Marcela Fernández van Rapp.

"Entre los nervios periféricos, el ciático es el más extenso del ser humano y cumple funciones motoras y sensitivas. Es decir, frente a una lesión, la marcha se ve afectada y se produce dolor neuropático", sostuvo.

Los tratamientos tradicionales tienen dos desventajas principales, uno es su alta invasividad y el dolor que ocasionan, dado que la forma de administración de las células suele ser intraneural, es decir, una inyección directa al nervio.

El problema con la administración endovenosa es que muchas de las células inyectadas no llegan al sitio de la lesión o no quedan mucho tiempo retenidas, aclara Soto.

Por eso propusieron el direccionamiento magnético como una estrategia para atraer un mayor número de células en el nervio lesionado y retenerlas por mayor tiempo.

El material híbrido compuesto por materia blanda, como las células vivas, y materia orgánica, como son las nanopartículas de óxido de hierro, combina las propiedades analgésicas y regenerativas de las células madre y las propiedades magnéticas de las nanopartículas susceptibles de ser manipuladas a distancia mediante la aplicación de campos magnéticos externos

Considerando que las lesiones en los nervios periféricos son bastante frecuentes, podemos pensar a futuro en un proyecto traslacional a la clínica, dijo Setton Avruj.

En ese caso, las células se podrán obtener a partir de la médula ósea o tejido adiposo del mismo paciente en el momento en que se produce la lesión y se podrán cargar con nanopartículas magnéticas con el objeto de realizar trasplantes autólogos a fin de evitar riesgo de rechazo inherente a cualquier tipo de trasplante.

"Mediante un método no invasivo, de bajo costo y sin efectos colaterales como puede tener cualquier antiinflamatorio o analgésico, se podrá estimular la regeneración de un nervio lesionado y evitar el desarrollo del dolor neuropático, concluyó Setton.

Estos tratamientos deben iniciarse en los primeros días posteriores a la lesión para lograr una regeneración más eficiente; si pasara demasiado tiempo entre la aparición de la lesión y la instalación del tratamiento el daño podría ser irreversible. 

 Las lesiones periféricas más comunes se producen por corte o aplastamiento de los nervios con cuchillos, vidrios o por fracturas de huesos largos.

Son frecuentes en deportistas o como consecuencia de accidentes automovilísticos en los que se comprime el nervio por un golpe.