Una amenaza contra los jurados provocó este miércoles la anulación del juicio popular por el femicidio de Agostina Gisfman, que tenía a cinco personas en el banquillo de los acusados en un tribunal neuquino, en la misma jornada que iba a emitirse el veredicto.

"Voten bien. Tenemos su domicilios", es la leyenda que fue encontrada en la mañana de este miércoles en el baño de hombres al que tienen acceso los miembros del jurado.

El hallazgo tuvo lugar en el mismo momento en el que el jurado deliberaba sobre la responsabilidad en el femicidio de los cinco imputados.
Una vez que uno de los jurados encontró el mensaje lo transmitió a los otros 11.

Se produjo una reunión con la jueza Leticia Lorenzo, los fiscales y los abogados defensores, en la que ocurrió una acalorada discusión, según el portal del diario Río Negro.

Luego de las deliberaciones, en las que la jueza les habría preguntado a los jurados si estaban en condiciones de emitir su fallo con imparcialidad, la magistrada determinó la anulación del juicio, mientras dispuso un plazo de diez días para que se convoque a un nuevo debate, con otros jurados y otro juez.

Se trata de un hecho que no guarda antecedentes en la Justicia local.  "Es una situación absolutamente extraordinaria, jamás se había dado una situación así", expresó la jueza Lorenzo en diálogo con una emisora televisiva local..

Lorenzo señaló que "los jurados manifestaron que no se sentían en condiciones de seguir deliberando con tranquilidad, que no se sentían cómodos".

Además, en declaraciones reproducidas por LMNeuquén, la jueza indicó que "es una situación absolutamente extraordinaria" y "jamás se había dado una situación así".

"Hemos relajado muchos los controles y eso generó que no tengamos certezas de qué personas han estado transitando por el lugar donde se dio esta situación", admitió Lorenzo, mientras que sostuvo que cualquier persona pudo haber dejado el mensaje en el lugar en el que fue encontrado.

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El caso

Agostina, quien residía con su pareja en la ciudad rionegrina de Cipolletti y tenia 22 años, fue encontrada asesinada a puñaladas y parcialmente quemada en un descampado en las afueras de la localidad neuquina de Centenario en mayo de 2021.

Según la investigación realizada, el crimen fue cometido por Juan Manuel Monsalve, un verdulero de 48 años, con quien mantenía una relación y le suministraba drogas.

Monsalve, que padece de graves problemas de salud, habría decidido asesinar a la joven por instigación de su esposa, Ana María Penales, quien formuló esa petición al enterarse de la relación y abandonarlo.

El hombre habría contado con la ayuda de otros tres hombre: Gustavo Alejandro Chianese, un hombre de 56 años que habría sido e el nexo entre la víctima y el principal imputado; Enzo Monsalve, de 33 y sobrino de Juan Carlos, y Maximiliano Zapata, de 23 y empleado del verdulero.

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Siempre de acuerdo con la investigación, Chianese concretó una cita en la rotonda de Cipolletti entre Juan Carlos Monsalve y la joven, supuestamente para una relación sexual, y el hombre la trasladó a Centenario, donde la ultimó con la ayuda de su sobrino y de Zapata.

Durante el juicio, Juan Carlos Monsalve se declaró como único culpable del delito y sobre todo apuntó a desvincular a su esposa.
"No tengan piedad de mi, yo maté a Agostina, fue una discusión que se fue de las manos", expresó.

"Agostina me robó 1.3 millones de pesos, cocaína y marihuana. Me dijo que la plata me la podía devolver, pero la marihuana se la había fumado y la coca se la tomó el marido", agregó a modo de explicación del crimen.