Por Alejandro Esteban Bidondo.

Son tiempos difíciles, hay que permanecer "guardados" como manda la cuarentena obligatoria por coronavirus. Pero no tenga miedo, tenga cuidado, decía un viejo slogan para prevenir el SIDA y el cólera, años atrás. Ese que iba "ploteado" en los vidrios traseros de los colectivos.

Se vivieron diferentes episodios en las calles y se apreciaron situaciones insólitas a través de los medios de comunicación. Tantas, que hubo 800 mil personas en total que fueron advertidas, algunas arrestadas por violar el aislamiento social.

Lo del miércoles de la semana anterior, primer día hábil luego de un "week end" prolongado pero sin derecho a viajar, impresionó. Y dejó con caras largas a los comunicadores que tanto esfuerzo le habían puesto a la campaña #QuedateEnCasa

Tras cuatro días no laborables de un fin de semana largo de prédica intensiva en favor del aislamiento social obligatorio, se vieron multitudes saliendo de las terminales ferroviarias o atascadas dentro de sus vehículos en los accesos a la ciudad capital de la Repúlbica Argentina.

Así que uno se encontró con que en las calles estuvieron los que tienen que trabajar por obligación y brindan un importante servicio social. Los que iban obligados por los patrones y protestaban, pero también los que no tenían obligación de salir de sus hogares y lo hacían porque no se bancaban el encierro, sin mucho para hacer fuera de casa, claro está.

Mientras tanto, dentro de una franja compuesta desde el primer funcionario hasta el comunicador social del medio más modesto están los que se lanzaban a la caza de brujas y la denuncia de todo bicho que camina. Lo hicieron alentados por el valedero argumento de cuidar sus vidas y las de toda la población, pero también porque se solicitó la denuncia social.

Pero no es cuestión, en esta instancia, de dejarse atropellar por la neurosis ni de reemplazar a la autoridad policial porque de lo contrario, los noticieros entregan un 70 por ciento de diatribas y un 30 de información.

Al menos uno observa eso mirando la tele y comparando con las grandes cadenas internacionales.

Se trata en estos días de actuar con sentido común, seguir las instrucciones, cuidarse, no tener miedo sino cuidado, respetando las normas de convivencia e higiene dictadas por las autoridades para salir con vida de este duro trance que vive el mundo.