A cuatro años del crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell en manos de ocho amigos que jugaban al rugby en Zárate, el recuerdo del horror y la angustia continúa latente a pesar de los años.

Fernando tenía 18 años cuando decidió, en apoyo de sus papás, pasar cuatro días en Villa Gesell con sus amigos y su novia, Julieta.

Aquella madrugada del 18 de enero era la última noche que iba a estar en la ciudad balnearia ya que debía volver a Capital Federal, ¿el motivo? Silvio y Graciela le dieron todo lo que habían ahorrado durante el año y como regalo por haberse recibido de la secundaria le obsequiaron algunos días de vacaciones.

Ofrendas y carteles en el acceso a los Tribunales de Dolores, en una nueva jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. FOTO NA: JOSE SCALZO
Ofrendas y carteles en el acceso a los Tribunales de Dolores, en una nueva jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. FOTO NA: JOSE SCALZO

El joven vivía en Recoleta, pero estudiaba en el Colegio Marianista de Caballito. Allí estaba becado y año tras año demostró su gran vocación por el estudio.

Durante su recorrido por la secundaria participó de varios proyectos solidarios que la escuela religiosa ofrecía y logró consolidar un grupo de amigos, los mismos con los que se fue a Villa Gesell.

Sumado a los compañeros que hizo, también encontró el amor. Un año antes del crimen comenzó a salir con Julieta Rossi, una de las personas que lo acompañó hasta el último día.

Como describen todos, ambos eran inseparables y hasta tenían el mismo sueño, ser abogados. Por este motivo se anotaron en la carrera de Derecho en la UBA con la idea de arrancar juntos el primer año de carrera.

A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa, se realizó un acto para pedir Justicia en Dolores, lugar en el que son juzgados los jóvenes rugbiers acusados de asesinarlo. Sus padres, Silvino y Graciela, presidieron el acto que se realizaba en el anfiteatro de la localidad. Foto NA: JOSÉ SCALZO
A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa, se realizó un acto para pedir Justicia en Dolores, lugar en el que son juzgados los jóvenes rugbiers acusados de asesinarlo. Sus padres, Silvino y Graciela, presidieron el acto que se realizaba en el anfiteatro de la localidad. Foto NA: JOSÉ SCALZO

“Nunca nos gustó cuando la gente se despedía por redes sociales mostrando lo mucho que quería y extrañaba a su ser querido, así que me limito a decir que mis cartas de amor van dirigidas al cielo, que es donde miro para encontrarte y contártelas, y que nuestros mejores y mayores recuerdos van a ser un secreto atesorado en mi memoria para siempre. Agradezco haberte podido decir lo mucho que te ame, y lo que te voy a amar para toda la vida Fer. Nos volveremos a encontrar y todo va a ser como antes. Tu ‘compañera de aventuras’ Ju”, escribió la joven en sus redes sociales días después del hecho.

Fueron sus papás quienes revelaron una emotiva carta de sueños que tenía Fernando, que lamentablemente no se podrán cumplir: “Creo que dentro de 10 años voy a estar haciendo lo que me gusta y disfrutando mi vida”.

Sus familiares, amigos, novia y cercanos expresan la gran persona que era Fernando y todo lo que tenía por delante.

Tanto la Justicia, como quienes estuvieron presentes al momento del crimen, sostienen que se trató de un asesinato racista por ser hijo de un matrimonio de nacionalidad paraguaya. Eso se demostró porque varios de los testigos recuerdan el grito de uno de los agresores: “Es un negro de mierda mátenlo”.

Los ocho rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell tendrán una audiencia clave por la cual piden dejar sin efecto las penas a prisión perpetua. FOTO NA: JOSÉ SCALZO
Los ocho rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell tendrán una audiencia clave por la cual piden dejar sin efecto las penas a prisión perpetua. FOTO NA: JOSÉ SCALZO

El 6 de febrero de 2023 los jueces del TOC 1 de Dolores dictaminaron sentencia. Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ciro y Luciano Pertossi fueron condenados a la pena de prisión perpetua por ser coautores del delito de homicidio doblemente agravado de Fernando Báez Sosa.

En tanto, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una condena de 15 años de prisión por ser partícipes secundarios del asesinato. 

Actualmente los ocho jóvenes están alojados en la Alcaldía N°8 de Melchor Romero a la espera, cómo lo hacen los papás de la víctima, de la resolución de la Cámara de Casación sobre las condenas.